Wednesday, February 29, 2012

La hipótesis del genio maligno de Descartes.


La hipótesis del genio maligno es un recurso argumentativo propuesto por René Descartes en las Meditaciones metafísicas. Con él Descartes culmina la duda metódica, que adquiere así la máxima radicalidad.
Descartes sugiere que tal vez hemos sido creados por un Dios que nos obliga a engañarnos sistemáticamente, que ha dispuesto nuestra naturaleza de tal modo que creemos estar en la verdad cuando realmente estamos en el error. Con esta hipótesis se cuestiona la legitimidad de las proposiciones que parecen tener la máxima evidencia, las que se presentan con "claridad y distinción" (excepto las referidas a la propia mente, como mostrará el descubrimiento del cogito), proposiciones del tipo "dos más tres es cinco" o "la suma de los ángulos de todo triángulo es igual a dos rectos". Por lo tanto, llega a cuestionar la veracidad de la propia matemática.
El objetivo de este extraño supuesto es investigar si es posible encontrar algo que sea absolutamente indudable: si encontramos una creencia que llegue a superar esta hipótesis, su calidad como verdad será extraordinaria. Aunque Descartes no explica ni justifica cuidadosamente la hipótesis del genio maligno, parece que se refería a las siguientes cuestiones: podemos considerar que nuestro reconocimiento de algo como verdadero es consecuencia de nuestra naturaleza (nosotros diríamos ahora de nuestro cerebro) y podríamos pensar que vemos algo como verdadero porque estamos hechos como estamos hechos, de tal forma que a distinta constitución distinto conocimiento.
Tal vez las cosas que puedan considerar verdaderas seres pertenecientes a otras especies, o seres racionales que hayan sufrido una evolución biológica diferente (por ejemplo, los extraterrestres), pueden ser distintas a las nuestras. Cabe dudar que la matemática, por ejemplo, tenga una validez universal, en el sentido de que tal vez para otros seres, seres con una naturaleza psicológica o física distinta a la nuestra, las verdades matemáticas sean también distintas a las nuestras. En definitiva, si reflexiones de este tipo nos llevan a pensar que el reconocimiento de algo como verdadero depende de nuestra propia naturaleza o forma de ser, parece que hasta los conocimientos más firmes pueden ponerse en cuestión. Es posible que Descartes introdujese la hipótesis del genio maligno para señalar esta última duda.
En cuanto a la palabra "genio" nos dice Descartes que podríamos llamar así al Dios que tal vez nos ha hecho de ese modo tan falible para no confundirlo con el Dios cristiano, del cual se predica siempre la bondad.

Sunday, February 19, 2012

Real Madrid campeón de la Copa del Rey de baloncesto después de 19 años.

 Un gran partido del Real Madrid en la final contra el Barcelona que logra el título después de 19 años, en tiempos del glorioso Drazen Petrovic. Enhorabuena a los campeones. Sergio Llull fue el MVP. Me gustaría destacar a Carroll y Begic.

Thursday, February 16, 2012

Pema Chödrön: Be patient with pain

Patience is a way to de-escalate aggression and its accompanying pain. This is to say that when we’re feeling aggressive—and I think this would go for any strong emotion—there’s a seductive quality that pulls us in the direction of wanting to get some resolution. We feel restless, agitated, ill at ease. It hurts so much to feel the aggression that we want it to be resolved. Right then we could change the way we look at this discomfort and practice patience.


Tuesday, February 7, 2012

Las desaladoras de Zapatero. El despilfarro del socialismo

Una de las primeras decisiones ejecutivas de José Luis Rodríguez Zapatero al llegar al poder en 2004, sometiéndose a las presiones de los nacionalistas catalanes, fue dictar un Decreto Ley que derogaba el Plan Hidrológico Nacional diseñado por el último ejecutivo de José María Aznar.

En su lugar, Cristina Narbona, ministra de Medio Ambiente, puso en marcha un plan para desalar agua del mar a lo largo de la costa mediterránea, de forma que el agua dulce que el Ebro vertía al mar, más abajo en el litoral sería tratada para hacerla potable.
El Ejecutivo de Zapatero aprobó sucesivamente la construcción de 51 desalinizadoras desde Gerona hasta Málaga, con el objetivo de desalar casi 800 hectómetros cúbicos al año. Ocho años después sólo han entrado en funcionamiento diecisiete de estas instalaciones, con un rendimiento que apenas supera los cien hectómetros cúbicos anuales.
Hay desalinizadoras terminadas que están sin funcionar por no existir demanda. Y es que los agricultores rechazan la utilización de esta agua por ser mucho más cara que la que procede de otros canales y por su baja calidad, que pone en peligro incluso la salud de las explotaciones agrarias.
En el caso de la cuenca del Río Segura, que a estos efectos ha sido el banco de pruebas del Plan Agua creado por Zapatero, hay cuatro desaladoras construidas de las que sólo funciona una y otra de uso mixto que está prácticamente inactiva. Aun así, el Ejecutivo de Zapatero aprobó la construcción de dos grandes desalinizadoras más, concretamente en Torrevieja (Alicante) y Águilas (Murcia), cuya futura explotación es una incógnita ante la escasísima demanda de agua desalada por el sector de la agricultura, al que va principalmente destinada su producción. Tan es así que la comunidad murciana ha propuesto vender los equipos de desalación construidos en la región a los países árabes, como forma de rentabilizar en parte la inversión realizada a la vista de su inutilidad.
Además, según ha explicado en repetidas ocasiones el ministro Arias Cañete con estudios científicos en la mano, se trata de unas instalaciones insostenibles por su elevado consumo energético y el impacto que producen en el medio ambiente, ya que la salmuera que se recoge tras el proceso de desalinización se vierte al mar, con el riesgo para la flora marina a causa de la alta concentración de sales en un espacio relativamente pequeño.
Las desaladoras de Zapatero han consumido ya más de 1.600 millones de euros, a los que hay que sumar la cifra de otros 2.400 millones para poner en funcionamiento todas las plantas aprobadas por su Gobierno, lo que hace un total de 4.000 millones en inversión de fondos públicos. El Trasvase del Río Ebro, incluido en el Plan Hidrológico Nacional de Aznar, tenía un presupuesto de unos 4.200 millones, de los que la mayor parte iban a ser financiados por la Unión Europea.
Con este trasvase, las cuencas deficitarias de Cataluña, Valencia, Murcia y zona oriental de Andalucía habrían dispuesto de más de 1.000 hectómetros cúbicos anuales y, además, de agua dulce, adecuada para consumo humano y agrícola. En estos momentos, con las desaladoras propuestas como alternativa por el gobierno socialista, esos mismos territorios disponen de la décima parte de agua que, además, no se utiliza por su elevado precio y escasa adecuación a los usos de la agricultura.
En cuanto a su impacto sobre el empleo del sector, un estudio coordinado por la Universidad de Alicante y dado a conocer en marzo de 2010, demostró que la derogación del trasvase del Ebro impidió la creación de unos 520.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos.
Estos son los argumentos de peso que han llevado a Arias Cañete a recuperar en el discurso del gobierno del Partido Popular la necesidad de realizar trasvases de las cuencas excedentarias a las deficitarias. Un proyecto que ya ha encontrado la firme oposición de los dirigentes autonómicos catalanes, aragoneses y castellano-manchegos, a pesar de que la competencia en materia de regulación de recursos hídricos en los ríos que transcurren por más de una comunidad autónoma está reservada por la Constitución de forma exclusiva al Gobierno de España, tal y como establece su artículo 149.1.22.

Friday, February 3, 2012

Padre Nuestro


Padre nuestro
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

Our Father prayer


The prayer which Jesus Christ taught to His disciples.

Traditional version:Our Father, Who art in heaven
Hallowed be Thy Name;
Thy kingdom come,
Thy will be done,
on earth as it is in heaven.
Give us this day our daily bread,
and forgive us our trespasses,
as we forgive those who trespass against us;
and lead us not into temptation,
but deliver us from evil. Amen.



Newer version:
Our Father, Who is in heaven,
Holy is Your Name;
Your kingdom come,
Your will be done,
on earth as it is in heaven.
Give us this day our daily bread,
and forgive us our sins,
as we forgive those who sin against us;
and lead us not into temptation,
but deliver us from evil. Amen.

Karunesh. Biography


Karunesh (Hindiकरुणेश, "God of compassion"; born Bruno Reuter in 1956)[1][2] is a German-born New Age and ambient musician. His music has strong Asian and Indian influences prevalent throughout, with liberal use of Indian instruments, such as the sitar. Having sold 450,000 albums, Karunesh is one of the best-known New Age artists.[2]
Karunesh was born in Cologne, Germany in 1956.[2] Although he had been drawn to music as a child and played in bands as a teenager, he chose to study graphic design as a career. However, after attaining his degree, Karunesh was involved in a serious motorcycle accident. His brush with death prompted him to choose music as a career instead of graphic design. He rethought his life and embarked on a spiritual journey of sorts, traveling in 1979 to India, where he met Osho in his ashram in Pune. He became initiated and took on a new spiritual name, Karunesh, a Sanskrit name meaning "master of compassion".
Back in Germany, Karunesh lived in the Rajneesh commune of Hamburg for five years. Here he could develop his musical creativity in a spiritual surrounding. He came in contact with many musicians from all over the world and developed an ability to weave different styles and feelings from different cultures together in a living symbiosis, creating a music that is both spiritual and danceable.
In 1987, Karunesh released his first album, entitled Sounds of the Heart, which is regarded as a classic of New Age music.[2] Sounds of the Heart was followed by Colors Of Light the following year and by Sky's Beyond the year after that. As of 2006 Karunesh has released 17 albums.
Karunesh has lived in Maui, in the U.S. state of Hawaii, since 1992.[2]

Thursday, February 2, 2012

My favorite quotes

Love means never having to say you're sorry. Eric Segal.
It's hard to get old without a cause. Alphaville
Best plans no plans.
Don´t go back. Never mind what people say. Don´t go back and nothing would be the same. Graham Greene.
I like being somewhere without footprints. Graham Greene.
With a dream in your heart you are never alone. Brighton School.
It is not life that matters, but the journey. Paulo Coelho.
The opposite of an idealist is too often a man without love. Albert Camus.
Melancholy is attached to all greatness. Albert Camus.
Could I buy back a few hours of my life? Paulo Coelho.
Raindrops are ecstasy. Jack Kerouac.
God, I love you. I have fallen in love with you, God. Take care of us all, one way or the other. Jack Kerouac.
It was the moment to say goodbye and go: the longer we stayed the greater demands the future would hold for us. Graham Greene.
If I am really a part of your dream, you will come back one day. Paulo Coelho.
Your eyes show the strength of your soul. Paulo Coelho.
Let no one say the past is dead. The past is all about us and within. Sydney airport
"Elegance isn't a superficial thing, it's the way mankind has found to honor life and work". P.Coelho.
"Love is enough to justify a whole existence". P. Coelho.
"Andabamos sin buscarnos pero sabiendo que andabamos para encontrarnos" Rayuela. Cortazar
"No hay mayor caricia que la de la lágrima ni mejor adíos que la libertad más absoluta... No hay un lugar más bonito que el pensamiento mutuo ni tiempo más próspero que el de la ilusión...
"He who does not weep, does not see."
"Life's too short to fight, to be miserable....... to let the bitter ones change how awesome you are.
"And sometimes in the moments right before sleep came, he wondered if he was destined to be alone forever". Nicholas Sparks
"“If you don't know where you are going, any road will get you there". Lewis Carroll.
"“Courage is the discovery that you may not win, and trying when you know you can lose". Tom Krause
"The importance of the journey must be estimated by my dread of doing it". Norman Mailer
"Or rather, a miracle happened: another day of life". Jack Kerouac
"The strong man is strongest when alone". Schiller
"They would need to be already wise, in order to love wisdom". Schiller
"The weak in courage is strong in cunning". William Blake
"Do you not see how necessary a world of pains and troubles is to school an intelligence and make it a soul?" John Keats
"If you want to be respected by others the great thing is to respect yourself. Only by that, only by self-respect will you compel others to respect you". Dostoiewsky
"A truth that's told with bad intent beats all the lies you can invent". William Blake
"Any healthy man can go without food for two days -- but not without poetry". Charles Baudelaire
"Life is a long lesson in humility". James M. Barry
"All that we are is the result of what we have thought. The mind is everything. What we think we become."Buddha.
"Be the change you want to see in the world

Friday, January 27, 2012

Other Lives - Tamer Animals (Official Video)



Solitary motion, in the wake of an avalanche
Deer in the headlights, there goes a weaker one
He's listenin' in the fast gaze, I don't care now to see the way
Do you hear the silence? I was far too late

Oh living for the city, and it's always troubling
to keep it in the hot lane, I don't care about no scenery
and you run from it then, now you can't escape, cause it's all you see
But we're all just an end to a simple thing, and it's all you see, and it's all you see

We're just tamer animals
We're just tamer animals

Solitary motion, in the wake of an avalanche
We too ka hit then, trying to see if you hold it in
and you run from it then, now you can't escape, cause it's all you see
But we're all just an end to a simple thing, and it's all you see, and it's all you see

We're just tamer animals
We're just tamer animals
We're just tamer animals

Monday, January 23, 2012

Shambhala. Quotes. Chögyam Trungpa

-"The way to experience nowness is to realize that this very moment, this very point in your life, is always the occasin"
-"You must trust in yourself"
-"The result of letting go is that you discover a bank of self-existing energy that is always available to you, -beyond any circumstance, self-existing energy called windhorse"
-"Being gentle and without arrogance is the Shambhala definition of a gentleman. Gentleness is not just politeness, is consideration, showing concern for others, all the time"
-"The world that goes on around the warrior is what it is, and in that world the question of entertainment doesn't  arise"
-"Tenderness contains an element of sadness"

Friday, January 20, 2012

A Flock of Seagulls - I Ran (So Far Away)



I Ran (So Far Away)
A Flock of Seagulls

I walk along the avenue.
I never thought I'd meet a girl like you.
Meet a girl like you.

With auburn hair and tawny eyes.
The kind of eyes that hypnotize me through.
Hypnotize me through.

And I ran.
I ran so far away.
I just ran.
I ran all night and day.
I couldn't get away.

A cloud appears above your head.
A beam of light comes shining down on you.
Shining down on you.

The cloud is moving nearer still.
Aurora borealis comes in view.
Aurora comes in view.

Rpt. Chorus

Reached out a hand to touch your face.
You're slowly disappearing from my view.
-pearing from my view.

Reached out a hand to try again.
I'm floating in a beam of light with you.
Beam of light with you.

Rpt. Chorus 2x

Thursday, January 5, 2012

Los 10 países más crueles en relación al cristianismo. Libertad Digital.


Los cristianos siguen siendo con diferencia la religión más perseguida del mundo. Así es año tras año. Pero lejos de ir mejorando la situación cada vez es peor. Ya sea en Asia o en África, sus enemigos son los mismos aunque con distintas caretas.
La primavera árabe tan promocionada ha desamparado aún más a los cristianos en el mundo árabe mientras que en el mundo islámico la situación se recrudece, incluido en algunas antiguas repúblicas soviéticas. Y como no, también están los clásicos. Las dictaduras comunistas aparecen en lo más alto. Por décimo año consecutivo Corea del Norte es el país en el que los cristianos lo pasan peor. De aquí a unos años si la situación no cambia, Pyongyang saldrá de la lista puesto que no existirá persecución a los seguidores de Jesús porque simplemente ya no habrá.
La ONG Open Doors, que se dedica a dar voz a los perseguidos, ha publicado el ranking de los países más intolerantes con los cristianos. La situación es crítica en algunos países. Algunos de estos estados llevan años copando esta lista aunque la situación internacional ha provocado algunos cambios.
Estos son los diez primeros países de la lista:
1- Corea del Norte
2- Afganistán
3- Arabia Saudí
4- Somalia
5- Irán
6- Maldivas
7- Uzbekistán
8- Yemen
9- Irak
10- Pakistán
El número 1 de la lista es una vez más Corea del Norte. Pese a su férreo hermetismo el régimen de Pyongyang lleva una conocida política brutal contra los cristianos, fieles casi extinguidos en el país. Allí los obispos llevan décadas desaparecidos. Según los autores del informe se estima que existen entre50.000 y 70.000 cristianos en campos de trabajo y son considerados enemigos del Estado.
En esta clasificación aparecen, como no, países muy conocidos por su radicalismo religioso. Afganistán sube un puesto y pasa al segundo lugar. Convertirte del islam al cristianismo está penado con la muerte, al igual que en Arabia Saudí que cierra este particular podio. En ambos estados se debe vivir la fe en secreto si se quiere seguir vivo.
Los siguientes en la lista son Somalia e Irán. En el primero de los países las milicias musulmanas están ganando poder y causan el terror entre las comunidades cristianas existentes en un país que vive prácticamente en la anarquía. Mientras tanto, del régimen de los ayatolás, muy presente habitualmente en la prensa, se conoce más sobre la persecución religiosa en el país, incluida la de los musulmanes suníes.
Dos países cuyos nombres pueden sorprender a muchos siguen en esta clasificación son el caso de Maldivas y Uzbekistán. El pequeño archipiélago es un fortín musulmán. Conocido por sus famosos complejos turísticos este país tiene una Constitución que prohíbe profesar cualquier fe que no sea la islámica por lo que no están permitidas las conversiones. Los turistas además están obligados a no compartir sus creencias con los ciudadanos de allí.
En la exrepública soviética apenas hay un 1,3 por ciento de cristianos. La mayoría abrumadora es musulmana y en menor medida proviene del ateismo impuesto por la URSS. El país está en lo alto de esta lista por quinto año consecutivo y tiene una de las dictaduras más brutales de Asia. Las pocas iglesias autorizadas son frecuentemente coaccionadas y registradas y se ha prohibido la circulación de biblias. La mala fama en el exterior del país también ha provocado ataques a las minorías cristianas.
La lista de diez la cierran tres países de gran tradición musulmana. Yemen, que supuestamente participó en la primavera árabe. Irak está en el noveno puesto siendo un país que ha experimentado importantes ataques a iglesias en los últimos tiempos y la cierra Pakistán, donde casos como el de Asia Bibi o el asesinato del ministro de Minorías Religiosas han puesto en el candelero al país por sus leyes radicales, como la de la blasfemia.
Open Doors destaca igualmente los mayores cambios negativos en el ranking. Aquí la primavera árabe no queda muy bien parada puesto que la caída de Mubarak no ha sido nada positiva para los cristianos. Egipto ha pasado del puesto 19 al 15. Del mismo modo, las matanzas en la zona norte de Nigeria, dirigida bajo la sharía, ha disparado a este país africano del 23 al 13, algo que ha ocurrido también con Sudán, que asciende al 16 desde el 35.
Varios países más de la antigua URSS como Tayikistán, Kirguistán, Turkmenistán o por primera vez Kazajistán aparecen entre los cincuenta primeros. La política comunista china y su persecución religiosa le mantiene en el puesto 21 y la violencia hindú y musulmana dejan a India en el 32.

Wednesday, January 4, 2012

Interpretation of reality. Pema Chödron

Seeing when you justify yourself and when you blame others is not a reason to criticize yourself, but actually an opportunity to recognize what all people do and how it imprisons us in a very limited perspective of this world. It’s a chance to see that you’re holding on to your interpretation of reality; it allows you to reflect that that’s all it is—nothing more, nothing less; just your interpretation of reality.

Monday, January 2, 2012

Your True Home

‎"The earth is so beautiful. We are beautiful also. We can allow ourselves to walk mindfully, touching the earth, our wonderful mother, with each step. We don't need to wish our friends, 'Peace be with you.' Peace is already with them. We only need to help them cultivate the habit of touching peace in each moment."--Thich Nhat Hanh, YOUR TRUE HOME

Sunday, January 1, 2012

Zapatero no lo habría hecho peor. Juan Ramón Rallo. Libertad Digital


El PP acaba de convertirse en apenas un Consejo de Ministros en el partido de los impuestos altos. Si algo quedaba de aquella formación que decía apostar por los impuestos bajos y por la austeridad del gasto, ya ha muerto de manera irremediable. De la misma manera que el PSOE se hizo el harakiri en mayo de 2010 como abanderado del mal llamado "gasto social", el PP ha abandonado ya, y por varios lustros, el estandarte de los tributos moderados a través de la salvaje y alevosa subida de impuestos aprobada este viernes en el Consejo de Ministros.
Al final, tanto a izquierdas como a derechas se ha impuesto la "única política económica posible", que ni es única ni económica, pero sí política y desgraciadamente posible. Es decir, el arte de expoliar al sufrido ciudadano para costear los gastos y despilfarros de la casta estatal. A este respecto, tanto montaba Rubalcaba como monta Rajoy: los dos tenían bien claro que no iban a transformar nada sustancial de nuestro mastodóntico aparato estatal y que tratarían de crujir un poquito más a las clases medias con la excusa de perseguir a los más ricos.
Porque es posible que la reducción de 8.900 millones de euros en el gasto público sea sólo un aperitivo de lo que nos ofrecerán el próximo 31 de marzo, pero es de temer que el atroz incremento de los impuestos también lo sea. Y eso es lo que se ha puesto de manifiesto este viernes: que el PP ha optado por la vía izquierdista para corregir el déficit, es decir, el PP apuesta por que sea la impuesta y asfixiante austeridad privada la que sufrague los abundantes despilfarros públicos.
Se dirá que esto es lo propio del centro político, vacuo concepto ideológico donde los haya. Pero no: las medidas del Consejo de Ministros han sido las propias del socialismo más primario. No olvidemos que si bien era posible que las cuentas se cuadraran por el lado de los gastos –como exigían las necesidades de nuestra economía–, era del todo inviable (incluso para los más redomados comunistas) que se equilibraran solamente subiendo impuestos –pues no existe ni mucho menos margen para recaudar cerca de 85.000 millones de euros adicionales sin terminar de asesinar al sector privado–. El PP baja los gastos en 9.000 millones e incrementa los impuestos en 6.000: de los 15.000 millones en los que se reduce el déficit, el 40% procede del lado impositivo. Para llegar al 4,4% de déficit quedan ahora cerca de 30.000 millones; atendiendo a los antecedentes, ¿adivinan de dónde saldrán cerca de 12.000 millones de euros? Pues sí: de sus bolsillos.
Prepárense, pues, para una subida histórica del IVA en los próximos meses, porque ya histórica ha sido la del IRPF. Los que ganen más de 175.000 tributarán al 51%: más de la mitad de su renta se la embolsarán nuestros mandatarios. Pero bueno, usando la propia terminología clasista y frentista del PP, "esos son quienes más tienen", los que deben pagar parte del agujero que han causado esos mismos mandatarios socialistas y populares, nacionales, autonómicos y locales. De acuerdo, olvidémonos de ellos: a partir de 33.000 euros soportaremos un gravamen del 40%. Es de ahí de donde saldrá el grueso de la recaudación: de exprimir un poquito más a la clase media que mantiene en pie este país. Al menos, eso sí, espero que de una vez por todas se acabe la monserga de que los impuestos en España son mucho más bajos que en Europa. Para que nos hagamos una idea de la barbaridad que acaba de aprobarse hoy: en Suecia, el paraíso socialdemócrata por excelencia, las rentas hasta 43.000 euros pagan sólo el 30%. Aquí el 40%.
Tres cuartos de lo mismo acaece con las rentas del capital, cuyos gravámenes han aumentado hasta el 27%. Simplemente desolador: hace apenas cinco años, las plusvalías y los dividendos del capital mobiliario tributaban al 15%, casi la mitad que ahora. O dicho de otra manera, ahorrar en este país se está convirtiendo en una práctica casi proscrita por la Administración justo en el momento en el que menos nos lo podemos permitir: España no necesita consumir más, sino ahorrar muchísimo más. Los países hiperendeudados como el nuestro han de amasar un importante volumen de ahorro para minorar sus pasivos y recomponer su tejido empresarial, pero Rajoy está incentivando todo lo contrario. ¿Y para qué? Para recaudar apenas 1.200 millones de euros, algo menos de lo que se dejará de recaudar por la reintroducción de la deducción a la compra de vivienda habitual. O dicho de otra forma: el PP está favoreciendo la descapitalización de las empresas más punteras de nuestro país para incentivar que el capital de los ciudadanos fluya hacia la adquisición de viviendas, esto es, hacia bancos y promotores (nuestro motor económico para la próxima década, es de suponer).
En definitiva, el nuevo Gobierno está desangrando una economía privada moribunda para minimizar el adelgazamiento del sector público: el mismo Estado que ahora pero con mucho menos mercado... eso sí, sólo "de manera temporal". Incluso en el lenguaje comienzan a sonar como Zapatero.
Juan Ramón Rallo es doctor en Economía y profesor en la Universidad Rey Juan Carlos y en el centro de estudios Isead. Puede seguirlo en Twitter o en su página web personal. Su último libro, coescrito con Carlos Rodríguez Braun, lleva por título El liberalismo no es pecado.

Why? Cracks of illusion


Why?
The breeze stopped and an old beggar woman lies cut by her wrinkles. She mills around an indifferent multitude occupied in feeling their own way as she implores with silent shouts a smile… a fleeting smile that feeds a barren and withered spirit since timeless times…
Her well defined countenance could be just a mask besmirched by tears, come already in decomposition, in latent rottenness as a result from a gloomy whip that fools us: life.
Despite that, two pearls remain pure… they are green and eternal because in their majesty are humble, simple… knowing that, like the succession of seasons or the days, everything keeps going to the end.
A close ending that dyes those bright stars of tiredness and hope at the same time, made of who knows dreams or reality, fear or tender acceptance.
The inebriation possesses her… calming the pain of an existence in which there was just cross, in which somebody forgot to add for her the possibility of the lenitive of a simple present, just one… and not even that was granted… like to many others… God! What is happening?
Suddenly, the breeze changes… darkness hides and with a mixture of restlessness, everything tastes of magic… and those who in the reign of appearance shone, those who in the pretentiousness were the kings, those who in the lie ruled, vanish… and our beggar woman becomes queen… her wrinkles turn into soft and silky cheeks and her pearls embrace even the remotest miserables… poor of them! Nothing ever lasts more than the necessary and the prophesy is carried out at the sacred spot: where the perpetual rainbow lies.
It is your time Beggar Queen… You are taken before whom in patient wait observes, before whom as the last authority, takes care about the encounter between Harmony and Justice and then… they never walk separated anymore.
Don’t be afraid… Your spirit carried just forgiveness, humility and love. Your rags were pain, your starvation, a fleeting butterfly caressing your golden hair, your suffering a holy rose forever splendorous… you… your entire being… one of the few chosen…
Let’s go! The storm has begun and soon everything will get flawless. Thunders and lightings before Peace, a won Peace that in its last verse proclaims: “kissing goodbyes, in eternal yesterdays on their way to the light”

Wednesday, December 21, 2011

Operación de ligamento cruzado anterior, rodilla izquierda.

El 22 de Mayo de este año, fue cuando me lesioné. Jugando al baloncesto, por supuesto. Han sido varios quirófanos, fracturas, dislocaciones, múltiples esguinces... Pero, el lado positivo, es maravilloso. Amigos, momentos de pura felicidad, ejercicio, bromas, competición, magia...
 Hoy, casi exactamente 7 meses después, me han operado por segunda vez de LCA. Esta vez en la otra rodilla.
 Toda ha ido bien. Ahora, la cuenta atrás comienza. Pronto volveré a jugar de nuevo.

Tuesday, December 20, 2011

Drazen Petrovic. La forja de un rebelde genial.

Sabonis le odia, Corbalán le odia, Fernando Martín le odia, Meneghin le odia, Antonello Riva le odia… media España le odia mientras la otra media celebra —“Sí, sí, sí, me mola Petrovic”, canta la Demencia—… Es el verano de 1987 y a sus 24 años, Drazen Petrovic reina en el baloncesto continental después de dos Copas de Europa consecutivas, la primera ante el Real Madrid, la segunda ante el Zalgiris de Kaunas y una Recopa ganada al Scavolini italiano. En medio de la euforia y las celebraciones, en medio de los bailes y las burlas, los odios, los silbidos y las persecuciones por toda la cancha para tumbar al provocador, el yugoslavo anuncia su fichaje por un gran equipo europeo. “La próxima será mi última temporada en la Cibona”, dice, ante la decepción del público de Zagreb, que sabe que con él se escapa un mito.

Ese gran equipo, luego se sabrá, es el Real Madrid, referencia inevitable en todo lo que tenga que ver con Drazen. El mito no haría sino crecer, entre más títulos, más medallas, más reconocimientos y una muerte terrible que sacudió a todo el mundo del deporte en lo más alto de su carrera. Como las estrellas de cine. La historia de Drazen Petrovic probablemente dio un giro aquel junio de 1987 pero no era sino un giro más de los muchos que merecen ser contados, desde su debut con 15 años hasta el trágico viaje a Munich que acabó con su vida.
Esta vida.
De Sibenik a Zagreb

Todo el mundo sabe que Petrovic era de Sibenik, igual que todo el mundo sabe que Mozart nació en Salzburgo. Poco se sabe sin embargo del equipo de su ciudad, el KK Sibenka, donde se desfogaba en su juventud Alexander, el hermano mayor, miembro de la selección yugoslava ya en 1982, con solo 23 años, medalla de bronce en aquel Mundial de Cali donde Sabonis empezó a asombrar al mundo. Alexander era un base maquiavélico y desesperante. Un tipo carismático, capaz de poner a la vez la provocación y el sentido común. Tirar la piedra y esconderse en la tangana.
El Sibenka había pasado casi toda su trayectoria en las divisiones inferiores de la liga yugoslava hasta que en 1979 ascendió a Primera y la nueva generación lo convirtió de inmediato en un equipo de categoría nacional, una alternativa a los Partizán, Estrella Roja, Zadar o sobre todo el Bosna Sarajevo, gran referencia de los 70. Alexander, la gran estrella, tenía además un hermano pequeño, Drazen, del que se venía hablando mucho tiempo por sus actuaciones en los juveniles, sobrepasando a menudo los 40, 50, 60 puntos por partido. Su debut con el primer equipo llegó en 1979, con apenas 15 años. Coincidió brevemente con su hermano, que fichó por el gran equipo croata, la Cibona de Zagreb, y aceptó inmediatamente su rol como sucesor familiar al frente del equipo.
Aquel chico era completamente distinto de todos los demás. No solo tenía el carisma de su hermano sino que le superaba en prácticamente todas las facetas del juego. Era un tirador excelso y un penetrador como no ha habido otro en la historia del baloncesto europeo. Capaz de irse a los 50 puntos y a las 25 asistencias en el campeonato local, su ausencia de la lista yugoslava para el citado Mundial de Cali fue considerada una barbaridad. Estamos hablando de un chico de solo 18 años, de acuerdo, pero que en solo una temporada ya había llevado al Sibenka a la final de la Copa Korac, que perdería con el Limoges francés.
Como si tuviera que demostrar algo a alguien –cada partido de Petrovic parecía una venganza, la necesidad constante no ya de vencer y convencer sino de humillar– el año siguiente, Drazen mejoró sus prestaciones: alternando las posiciones de base y escolta, un juego indefinible, eléctrico, traicionero… el pequeño de los Petrovic promedió 24,5 puntos por encuentro, llevando a su equipo a dos finales: la de la liga yugoslava, que ganó ante el Bosna —aunque después la Federación, en aquellos turbios 80 tras el telón de acero, desposeyera al Sibenka del título— y de nuevo la de la Copa Korac, que volvió a perder ante el Limoges de Dacoury y el infalible Eddy Murphy. Aquel partido lo jugó Petrovic con un terrible orzuelo en el ojo y apenas pudo anotar 12 puntos. Fue el día que se cansó de perder.
Ese mismo verano, siguiendo los pasos de su hermano, fichó por la Cibona. Después del preceptivo año de servicio militar obligatorio, Drazen cogió las maletas y se fue para Zagreb.
La gloria en la Cibona
Drazen Petrovic no llegaba a cualquier equipo, sino al campeón de Yugoslavia. Después de su primera experiencia olímpica, que se había saldado con una enorme decepción tras ser incapaz de defender el título por una inesperada derrota en semifinales contra España, el pequeño de los hermanos tenía que buscarse un lugar en una plantilla con roles muy definidos y con personalidades muy potentes: la Cibona era básicamente el equipo del pívot Andro Knego, clave en la consecución del título el año anterior, y contaba con jugadores como el propio Alexander, el ala-pivot Mihovil Nakic o el joven Cutura, que ya apuntaban muy alto.
Drazen empezó el año como promesa que debía ganarse la confianza de Mirko Novosel y acabó como gran figura de Europa, su primer año de dominio, puño siempre en alto, doble finta con tiro a tabla, rachas impresionantes de triples, partidos con 15-20 asistencias, todos rendidos ante su talento. En su primer año en Zagreb, Petrovic anotó 32,2 puntos de media en la competición nacional, ayudando a la Cibona a su segundo entorchado consecutivo y lideró al equipo hasta la final de la Copa de Europa, la primera de su historia, también con más de 30 puntos por partido.
Aquella final fue la primera de dos legendarias: le enfrentaba al gran Real Madrid de los 80, equipo siete veces campeón de Europa, con el imponente Wayne Robinson, el mejor Fernando Martín, un anotador de primera como Brian Jackson, más los habituales Corbalán, Iturriaga, Del Corral, Biriukov, Romay, Rullán… Ambos equipos ya se habían enfrentado en la liguilla previa dos veces. Las dos había ganado la Cibona con exhibiciones de Petrovic, quien anotó 79 puntos entre los dos partidos. El primer tiempo resultó igualado, un intercambio suave de golpes con Drazen a medio gas. El segundo fue una exhibición yugoslava capitaneada por su imparable número 10, que anotó 26 de sus 36 puntos finales, llevó a Iturriaga a la desesperación absoluta y acabó bailoteando mientras subía el balón, la lengua fuera, riéndose de todas las convenciones, campeón absoluto a los 22 años.
Era el final de una época para el Madrid y el principio de una rivalidad estelar en Europa: el eléctrico y provocador Drazen Petrovic, base de casi dos metros, contra el enorme Arvydas Sabonis, con su melena al viento, su elasticidad impropia de un hombre de 2,20, su rigor soviético, hierático, imponente… Que ambos jugadores se enfrentaran un año después en la final de la Copa de Europa de 1986 fue una bendición para el espectador, un recuerdo único. El Zalgiris de Kaunas no solo contaba con Sabonis en sus filas. Aquello era un equipazo impresionante, con Kurtinaitis, Homicius, Iovaisha… la base de la selección soviética que sería campeona olímpica en 1988.
La Cibona se presentó a ese partido con dos bajas notables con respecto al año anterior: Knego y el propio Alexander, tentado por el dinero italiano. El base y el pívot titulares, ni más ni menos. El equipo era Drazen Petrovic y poco más. Tanto se tuvo que multiplicar el genio de Sibenik que aquel año se fue a los 43,3 puntos por partido en la liga yugoslava y a los 37,0 en la competición europea, incluyendo un glorioso partido, precisamente ante el Scavolini de su hermano, donde llegó a los diez triples anotados.
Para el recuerdo quedarán los 112 puntos que le endosaría esa temporada al Olimpia de Ljubljana esloveno, la cifra más alta de su carrera.
Los lituanos llegaban a la final como favoritos y Sabonis aprovechó para lucirse en la primera parte, con 17 puntos, 8 rebotes y 2 tapones. Sin embargo, los ninja croatas no se rendían. En un partido de guerra de guerrillas, con Nakic estorbando al gigante soviético hasta la desesperación, la tensión se fue materializando sobre la cancha hasta que explotó: en uno de los escasos ataques de ira que se le recuerdan a Sabas, el pívot cruzó la pista corriendo para darle un manotazo a su defensor, lo que le costó la expulsión. Los jovencísimos Cvjeticanin y Usic tomaron el relevo anotador de un fallón Drazen —ocho minutos sin anotar, 22 puntos al final— y llevaron al equipo a su segundo título europeo en medio de una monumental tangana, con Homicius y Kurtinaitis detrás del diablo de Sibenik, mientras este se mofaba con pases por la espalda, regates imposibles y puños al aire.
Consolidado en el estrellato y en el odio, Petrovic y la Cibona ganaron aún un nuevo título europeo, la Recopa de 1987 y llegaron a la final de la Korac de 1988, de nuevo ante el Real Madrid, al que habían derrotado en sus cinco compromisos anteriores. Esta vez las cosas fueron distintas: con su fichaje ya hecho desde un año atrás y pocas ganas de soliviantar a las gradas, un Real Madrid en el que Corbalán e Iturriaga ofrecían sus últimos actos de servicio antes de abandonar el club, se quitaba aunque fuera de manera simbólica la espina con una cómoda victoria a doble partido.
Petrovic se despidió del Palacio de Deportes entre aplausos, los mismos que recibiría a su vuelta en septiembre.
La liga de Petrovic
El fichaje de Drazen por el Real Madrid, gestión exclusiva del presidente Ramón Mendoza, empeñado en que su equipo de baloncesto volviera a dominar no solo el campeonato español, sino el europeo, fue la gran novedad de la temporada 1988/89 en el baloncesto continental. Aquella liga se llamó sin más “la liga de Petrovic” y el croata fue el gran protagonista de septiembre a junio
Se dice que desde el principio tuvo problemas en el vestuario. No es de extrañar si se tiene en cuenta su historial anterior en Zagreb y su estilo de juego, en ocasiones demasiado individualista. Convivir con un genio no es sencillo y cuando llegó a Madrid, Drazen estaba convencido de que podría hacer lo mismo que en el Sibenka y la Cibona, es decir, liderar al equipo y convertirse en la única referencia.
Gracias a Petrovic, el Madrid ganó la Copa del Rey y derrotó al Snaidero Caserta de Óscar Schmidt Becerra y Ferdinando Gentile en una final de la Recopa memorable: el brasileño se fue a los 44 puntos… el croata hasta los 62. La exhibición fue tal que copó todos los titulares y convenció a los directivos de los Portland Trail Blazers de que había que dar el todo por el todo para llevarse al jugador a la NBA. Según la prensa, el partido sirvió para acabar de dividir la plantilla blanca: la relación entre Petro y la otra gran estrella, el histórico Fernando Martín, se congeló definitivamente a partir de entonces, más aún cuando el croata empezó a insinuar en algunas entrevistas que aquel primer año en la capital podía ser a la vez el último.
Con acordes y desacuerdos, el Madrid llegó a la final de la ACB. Enfrente, el Barcelona de Aíto. Aquella serie fue un tobogán de sensaciones: en el primer partido, el Barça arrolló (94-69), en el segundo, Petrovic empató la eliminatoria. El tercero, ya en Madrid, volvió a caer del lado blaugrana mientras el cuarto se lo llevo el Real agónicamente (88-87) en un partido en el que Drazen se fue a los 42 puntos.
El quinto partido se celebraría en Barcelona, Palau Blaugrana lleno hasta la bandera. La liga de Petrovic daba el último suspiro y todos esperaban al croata… cuyo protagonismo fue eclipsado por el árbitro Juan José Neyro, que no solo le expulsó después de un escupitajo, sino que de paso eliminó por faltas a siete jugadores visitantes. El Real Madrid acabó perdiendo ese partido y esa liga con cuatro jugadores sobre el parqué y su estrella bajo una toalla en el banquillo. Esa sería la última visión de Petrovic con la camiseta blanca. Aquel verano se declaró en rebeldía —un estado habitual en él— y emprendió la fuga a Estados Unidos.
El esplendor yugoslavo
Mientras la Cibona dominaba a nivel de clubes, el dominio yugoslavo se empezaba a cimentar de manera escandalosa. Después de vivir a la sombra de la Unión Soviética en el Europeo de 1985 y el Mundial de 1988, Yugoslavia llegaba a “su” Eurobasket, el de 1989, con uno de los mejores equipos que uno podría soñar, probablemente la mejor selección FIBA de la historia. Dirigido por Drazen Petrovic, el equipo de Dusan Ivkovic incluía a jugadores como Dino Radja, Vlade Divac, Zarko Paspalj, Jiri Zdovc, Pregdag Danilovic, el veterano Zoran Cutura, compañero de aventuras de los Petrovic en Zagreb… y un jovencísimo Toni Kukoc, recién coronado campeón de Europa con la Jugoplastika.
Es difícil igualar lo que consiguió aquel equipo. Cada partido era una exhibición con la saña habitual. Lo tenían todo: intensidad, rebote, habilidad, tiro exterior… ganaron sus tres partidos de la fase previa con una media de más de 102 puntos por partido, en semifinales se impusieron a Italia por un contundente 97-80 y la final fue una de las más desequilibradas de la historia. La campeona vigente, Grecia, con los Gallis, Giannakis, Fassoulas y compañía, había dado la campanada eliminando a la Unión Soviética pero fueron presa fácil de los depredadores locales: 98-77.
Como el hambre de toda una década no se quita en un verano, el año siguiente, ese mismo equipo, con la baja de Radja pero las incorporaciones de Zoran Savic, Velimir Perasovic o Zeljko Obradovic, se presentó en el Mundobasket de Argentina dispuesto a no perdonar ni una. Tras un inicio titubeante, derrota ante Puerto Rico incluida, los chicos de Petrovic se pusieron manos a la obra: 105 puntos a Brasil, 100 a la URSS de Sabonis y una nueva paliza a Grecia dejaban al equipo en semifinales ante los Estados Unidos de Kenny Anderson y Alonzo Mourning, las dos grandes estrellas universitarias de aquel año.
Era el enfrentamiento de dos trayectorias muy diferentes: Estados Unidos había sufrido para ganar el Mundial de España del 86 y cayó con cierta contundencia ante la URSS en las semifinales de los Juegos Olímpicos de Seúl 88. Su dominio ya no era insultante: los universitarios pecaban a menudo de inexperiencia en momentos clave y sus entrenadores no se acoplaban al nuevo ritmo europeo, más trabado, más táctico, cada vez más físico. El mítico Mike Krzyzewski, sempiterno “coach” de Duke dirigía aquel año a la selección, buscaba maneras de frenar al rodillo balcánico. Su trayectoria en el torneo había dejado muchas dudas: también perdió contra Puerto Rico y sufrió lo indecible para clasificarse ante Australia y Argentina.
A pesar del evidente nerviosismo yugoslavo, enfrentados al reto de ser favoritos por primera vez en su historia ante los americanos, la selección “plavi” se llevó el partido con otra exhibición ofensiva: 99 puntos por 91 de los estadounidenses. En la final esperaba la Unión Soviética, el otro gran tótem del baloncesto mundial, a la que habían derrotado por 23 puntos de diferencia en la ronda preliminar. Aquella URSS daba sus últimas bocanadas y se notó en la final: Drazen Petrovic, mucho más serio, más centrado, más decidido a comandar al equipo en vez de lucirse con individualidades, lideró a Yugoslavia con 31 puntos. Campeón del mundo por primera vez en su carrera, el croata se reivindicaba así después de un año aciago en Portland.
Al acabar el partido, se produjo el incidente que cambió el rumbo de un país y un deporte: un periodista, para celebrar la victoria, trató de entregar una bandera croata a Petrovic. Vlade Divac, serbio, se acercó iracundo, empujó al periodista en cuestión, le arrebató la bandera y la arrojó al suelo. Aquel gesto fue la condena de Divac en Croacia, le hizo pasar por el ultranacionalista serbio que probablemente no era y dio comienzo a una campaña de acusaciones que acabaría con la ruptura de su amistad con Drazen Petrovic un año después, cuando, tras ganar su tercer gran torneo internacional, el Eurobasket de Italia 1991, Yugoslavia se rompiera en mil pedazos y Serbia iniciara una cruenta guerra contra Croacia después de que tanto ésta como Eslovenia declararan su independencia.
Cosas que hacer en Portland cuando eres suplente
Precisamente Divac fue el gran apoyo de Petrovic en la NBA durante el horrible año y medio que el croata pasó en los Portland Trail Blazers. Anotador impenitente, acostumbrado a jugar 40 minutos por partido y tener el balón en sus manos de manera continua, Petrovic se topó en Portland con un equipo ya hecho, con roles muy fijos, una estrella indiscutible —Clyde Drexler— que además jugaba en su puesto y el fichaje a última hora de Danny Ainge, otro base-escolta, que le quitaba definitivamente un puesto en la rotación.
Los éxitos del equipo no mitigaban la tristeza de Petrovic, lejos de su familia, de viaje constante por todo Estados Unidos y condenado al rol de agitador puntual en partidos complicados y figurante de lujo en los “minutos de la basura”. Sus números bajaron a 7,6 puntos por partido en poco menos de 13 minutos, indicativos de su facilidad para anotar y a la vez de su poca implicación en el juego. Aquel año, el equipo llegó a la final de la NBA, que le enfrentó a los Detroit Pistons. El papel de Petrovic en aquella serie fue poco menos que testimonial salvo en el segundo partido, el único que ganó Portland y en el que Drazen anotó 8 puntos decisivos desde el banquillo. Como premio, Adelman le dejó jugar en el tercero, pero su 0/5 en tiros de campo tumbó sus esperanzas: apenas 4 minutos en el cuarto encuentro e inédito en el quinto.
Para Drazen, aquello era una tragedia. Por supuesto, él era un ganador, sería absurdo decir que no jugaba para ganar pero sobre todo jugaba para divertirse. Era un trabajador brutal, carne de gimnasio y tiros en suspensión en cada entrenamiento. Toda esa energía desperdiciada pasando toallas en el banquillo era demasiado para él. Ningún anillo hubiera compensado la frustración y, ya a los 27 años, la solución no podía retrasarse demasiado. Había dejado su corona indiscutible en Europa con la idea de algo más que un papel secundario en una superproducción. Por supuesto, eran tiempos difíciles para los europeos en la NBA, pero Detlef Schrempf se consolidaba como estrella de la liga, Sarunas Marciulionis destellaba en los Golden State Warriors, Aleksandr Volkov cumplía en Atlanta y su gran amigo Vlade Divac era titular ni más ni menos que en Los Angeles Lakers. ¿Por qué no podía triunfar él, que era mucho mejor jugador que todos ellos juntos?
Empeñado en jugar por encima de todo, Petrovic pidió el traspaso a los New Jersey Nets, una de las franquicias malditas de la NBA, hundida en el pozo de la clasificación. Aquello era un “todo o nada”, la vuelta a Madrid siempre presente en su cabeza. Si las cosas en Nueva Jersey no salían bien, el croata se volvería de inmediato. Mendoza esperaba con los brazos abiertos.
Rumbo al All-Star
Llega, pues, 1991, otro año clave para Petrovic. Su familia sigue viviendo en Croacia, objetivo militar del ejército aún llamado yugoslavo pero que en realidad solo representa a Serbia. La preocupación por su país compite con su propia angustia en la realidad de la NBA. El cambio de equipo al menos ayuda: en los Nets, al rebufo de Derrick Coleman y Kenny Anderson, consigue ir haciéndose un sitio. Sus medias suben a los 12,6 puntos por partido en poco más de 20 minutos. Ese chico vale, dice la prensa de New Jersey, enamorada de su carácter competitivo, su alegría casi rabiosa sobre la cancha… Ese chico no defiende, se empeñan en decir los críticos.
Petrovic se toma las pesas en serio. Cambia su cuerpo por completo, hombros altos, pelo corto, mirada tensa. Algo le ha hecho pasar de niño juguetón a hombre distante. Drazen intenta olvidar el drama de su país en gimnasios y parqués. Llega al “training camp” de los Nets hecho una mole y más ágil que nunca. Ha mejorado su defensa, ha mejorado su tiro, ha mejorado su determinación sobre la cancha, ya no tiene que pedir perdón a nadie.
Los resultados se dejan ver desde el principio. Con el veterano Chuck Daly en el banquillo, los Nets necesitan un incentivo para captar nuevo público y lo encuentran en Drazen. Petrovic se convierte en titular, impresiona con su tiro, acaba segundo de toda la liga en porcentaje de tres puntos con casi un 45%, llega a los 20,6 puntos por partido y, con el 3 a la espalda, lleva a su equipo a los play-offs de la Conferencia Este, donde caerá en cuatro partidos frente a los Cleveland Cavaliers de Mark Price y Kevin Daugherty.
Su cara ha cambiado, su juego ha cambiado. Ya no es tan explosivo como antes, aunque vuelva a superar los 30 puntos con asiduidad. Hay un punto cerebral, maduro, en todo lo que hace. La siguiente temporada tiene que ser la del paso definitivo al estrellato, Drazen no contempla otra opción. Drazen sabe que anota 20 puntos por partido porque le dejan anotar 20. Si le dejaran anotar 30, si convenciera a su entrenador de que su rol es anotar 30, lo haría, punto. Es un caníbal desatado, catorce temporadas como profesional ya a sus espaldas y lo mejor aún por llegar…
Empieza la temporada 1992/93 como un huracán. “Petro, Petro”, gritan los fans de East Rutherford, mientras Petro anota un triple tras otro. Ya ha conseguido ser la máxima referencia de su equipo. Los primeros meses son tan buenos que está en todas las quinielas para el All-Star, rozando los 25 puntos por partido. Sin embargo, los prejuicios pesan demasiado. Aún es pronto para darle a un europeo un puesto en el partido de las estrellas americanas, aún no han llegado los Kukoc, Nowitzki, Gasol, Parker y compañía… Petrovic anota con desprecio: casi un 52% en tiros de campo, algo inaudito para un tirador exterior, de nuevo rozando el 45% en triples.
Su defensa ha mejorado y su rol como escolta, al lado de Kenny Anderson o Mookie Blaylock, le define como jugador. Ya no tiene que preocuparse de que los demás jueguen. Tampoco es que nunca haya sido una gran preocupación, pero desde luego ahora no entra en su cabeza ni en la de su entrenador: tirar, anotar, tirar, anotar… Eso es Drazen Petrovic, que acaba la temporada con 22,3 puntos por partido, el undécimo en toda la NBA, y es incluido en el tercer mejor quinteto de la liga, un éxito impresionante en aquella época.
Los Nets vuelven a llegar al play-off aunque vuelven a caer ante los Cleveland Cavaliers, esta vez en cinco partidos. Son un equipo joven, eléctrico, anotador y con todo el futuro por delante.
Carretera hacia Munich
Croacia. Petrovic nunca había destacado por su nacionalismo pero en cuanto empezó la guerra no tuvo la menor duda a la hora de posicionarse activamente: intentó sacar a su familia del país, promovió acciones de solidaridad en Estados Unidos, ayudó al nuevo gobierno con su propio dinero, se distanció terriblemente de Vlade Divac, considerado poco menos que un demonio por la opinión pública croata, y se ofreció el primero para apoyar a la incipiente selección nacional de su nuevo país, digna heredera de los éxitos yugoslavos de los tres años anteriores.
Su primer torneo como internacional croata fueron los Juegos Olímpicos de Barcelona. Junto a él está la gran hornada de la Jugoplastika de Split, extendida ya por todo el planeta: Kukoc, Radja, Perasovic, Tabak… más el contundente Vrankovic, el veterano Arapovic, el infalible Cvjeticanin y jugadores jóvenes como Alanovic o Komazec, llamado a ser su sucesor. Su papel es brillante. Jugando de base y no de escolta, preocupado en involucrar a todo el equipo en el juego y sabiendo ceder responsabilidades en Kukoc y Radja cuando es preciso.
Después de una semifinal heroica ante la CEI, es decir, Rusia y algunas repúblicas ex soviéticas, en la que Croacia remonta seis puntos en un solo minuto y acaba imponiéndose (75-74), con dos tiros libres de Drazen -27 puntos en total-, el Dream Team espera en la final olímpica, el sueño para cualquier jugador de baloncesto. Ambas selecciones ya se habían enfrentado en la primera ronda con clara victoria estadounidense (103-70), con Scottie Pippen empeñado en demostrar al gerente de los Chicago Bulls que su futuro compañero Toni Kukoc era una burbuja inflada por la prensa.
Los primeros diez minutos de la final son de lo mejor del baloncesto contemporáneo. Petrovic empieza a anotar triple tras triple, penetración tras penetración, incluso Arapovic corre los contraataques y de repente, Croacia se encuentra por delante en el marcador, 25-23. La primera vez que sucede en todo el campeonato y orgullo suficiente como para contarlo a generaciones. El resto del partido sigue por los cauces habituales hasta llegar al 117-85 final, los croatas eufóricos con sus banderas en el pódium olímpico.
Un año más tarde, incluso después de una temporada agotadora y exitosa, Drazen Petrovic vuelve a juntarse con su selección en junio, recién acabados los play-offs, para jugar el pre-europeo de Polonia. Sería una decisión incomprensible hoy en día, tiempos en los que muchas estrellas no se presentan siquiera en Campeonatos del Mundo, pero el compromiso de Drazen es inquebrantable y no pierde ocasión para demostrarlo. Croacia se clasifica sin problemas, con 30 puntos de su base en el último partido del torneo.
En vez de viajar con el resto del equipo en avión a Munich, donde seguirán la concentración cara al Eurobasket de Alemania de ese año, Drazen prefiere hacer el viaje en coche con su novia, por razones aún no demasiado claras. En medio de la noche, mientras el base duerme en el asiento del copiloto, un camión pierde el control y se estampa contra su automóvil. Petrovic muere en el instante, a los 28 años. Cuando la noticia llega a la selección, nadie puede creérselo. Nadie quiere creérselo.
Las radios despiertan Madrid con la muerte de Petrovic, la ciudad que más le ha adorado y le ha odiado de todo el planeta, y la sensación es de un vacío inmenso para cualquier aficionado al baloncesto. Petrovic había estado ahí durante años y años, sí, pero seguía siendo un crío, un chaval que se acercaba a la treintena dispuesto a comerse el mundo. El homenaje que le rinden todos las selecciones en Alemania es emocionante, Croacia le dedica la medalla de bronce con una exhibición ante Grecia, una paliza cruel, llorosa, llena de rabia, la misma rabia con la que Drazen elevaba su puño en el Sibenka mientras anotaba los tiros libres que daban al equipo de su ciudad natal el primer título de liga.
La liga que la burocracia le arrebató igual que la tragedia le arrebató la vida.