Tuesday, January 4, 2011

El fascismo progresista. Reflexiones a propósito de la obra de Jonah Goldber. Manuel Pastor


J. Goldberg, Liberal Fascism. The Secret History of American Left, from Mussolini to the Politics of Meaning, Doubleday, New York, 2007. Nueva edición en paperback, con el título ligeramente modificado: Liberal Fascism. The Secret History of the American Left, from Mussolini to the Politics of Change (con una nueva posdata, de 17 páginas, titulada "Barack Obama and the Old Familiar Change"), Doubleday, New York, 2009. V. asimismo, dos artículos del mismo autor: "Obama's Playbook, in paperback. Liberal Fascismand its critics", National Review, 22-VI-2009; "Hunting Nazis", National Review, 7-IX-2009. Con anterioridad había publicado otro ensayo: "All about FascismThe word of the day", National Review, 25-IX-2006; y, posteriormente, "The Shrine of FDR. Why the Left worships there", National Review, 26-I-2009, y "Mortal Remains. The wisdom and folly in Albert Jay Nock's anti-statism", National Review, 4-V- 2009, en los que reflexiona sobre la misma temática.
A Stanley G. Payne, como homenaje.
Aunque durante muchos años he sido un modesto estudioso del fascismo, leal discípulo y admirador del eminente especialista, historiador e hispanista de la Universidad de Wisconsin en Madison Stanley G. Payne[1], considerado hoy con justicia la máxima autoridad en la materia, admito que fue durante el pasado 2008, como atento observador en la campaña de las elecciones presidenciales norteamericanas de la emergencia del fenómeno Obama y la obamamanía, cuando tuve la oportunidad de leer dos libros que casi han roto todos mis esquemas anteriores sobre el fascismo: The Pink Swastika (cuarta edición, ampliada, 2002), de Scott Lively y Kevin Abrams, y especialmente Liberal Fascism (2007), de Jonah Goldberg. Sobre la polémica tesis del primero (el nazi sería el primer partido político predominantemente gay –corriente Butch– de la historia, por mucho que sus primeras víctimas fueran los homosexuales Fem, ¡todo un reto para los hoy de moda gender studies!), dejo para otra ocasión un análisis y un comentario más detallados[2].
He titulado este ensayo "El fascismo progresista" porque resulta más inteligible para el lector español o europeo, que el del propio Goldberg: Liberal Fascism (la expresión, como ha investigado el autor, ya fue empleada elogiosamente a finales de los años veinte por el socialista fabiano H. G. Wells, al tiempo que desde la Komintern se divulgaba perversamente las de socialfascismo yliberalfascismo), ya que en Estados Unidos el término liberal carece hoy de las connotaciones clásicas o tradicionales y se traduce mejor como progresista. Uno de los pocos que, al parecer, han leído el libro en España, Jon Juaristi (v. "Liberales", en ABC, Madrid, 1-III-2009), proponía traducir el título como "Fascismo de izquierdas", pero sería confuso, ya que implicaría que hay también un fascismo de derechas, lo cual es incongruente, ya que la peculiar combinación de estatismo y colectivismo hace izquierdista a todo fascismo. Además, paradójicamente, la original tesis del autor es que el fascismo en general, y el italiano en particular, se inspiró en gran medida en el progresismo americano. De hecho, en 1923 Isaac F. Marcosson, un periodista delNew York Times,caracterizó a Mussolini como "el Roosevelt latino"[3]. Teddy Roosevelt era todavía para muchos (equívocamente) la primera encarnación del progresismo, antes que su continuador más genuino, el demócrata Woodrow Wilson. Y aún en 1929 el conocido historiador progresista Charles Beard, en un artículo publicado por la revista progresista por antonomasia, The New Republic, reconocía con admiración en el estilo dictatorial de Mussolini algo consistente con el "American gospel of action, action, action"[4].
Una de las expresiones tradicionalmente relacionadas con el excepcionalismo americano ha sido It can’t happen here (así se titula, precisamente, una novela de Sinclair Lewis); es decir, que el fascismo era algo ajeno a la cultura política norteamericana; de la misma manera que también lo era el socialismo, según otra tradición sociológica que va desde Friedrich Engels y Werner Sombart hasta Seymour M. Lipset y Gary Marks, autores los dos últimos de un libro titulado, precisamente,It Didn't Happen Here. Why Socialism Failed in the United States[5]. La razón, en ambos casos, es el rechazo del colectivismo y del estatismo, características esenciales y denominador común de sendas ideologías, en la cultura liberal e individualista de los Estados Unidos.
Curiosamente, el propio Lewis, en su citada novela-distopía, imagina la posibilidad de un fascismo americano liderado por el senador Berzelius Windrip, probablemente inspirado en la personalidad de Huey Long, senador de Louisiana y rival de F. D. Roosevelt –nótese– dentro del Partido Demócrata, desde una posición más izquierdista. (Es significativo que el comentarista conservador George Will haya descrito a Obama como "an Ivy League Huey Long" –v. la revista Newsweek del 7 de septiembre de 2009–). Lewis ya había sutilmente tocado el tema del fascismo latente en otras novelas suyas, por ejemplo en Babbitt (1922) y en Elmer Gantry (1927), donde el personaje central se postula como dictador moral de la nación al frente de su National Association for the Purification of the Arts and the Press (Napap). También dentro del género de la historia-ficción está la relativamente reciente novela de Philip Roth The Plot Against America (2004), sobre una hipotética dictadura filonazi encabezada por el héroe popular Charles A. Lindbergh (convenientemente nominado para la Presidencia, en la fantasía progre del autor, por el Partido Republicano), con su movimiento populista America First.
Parece que existe cierta fascinación perversa y masoquista en los escritores progres con el fascismo/nazismo, fascinación en la que incluso el propio Stalin caería durante su idilio con Hitler, entre 1939 y 1941. Por otra parte, son conocidos los precedentes históricos, en la senda de Mussolini, de antiguos socialistas o comunistas convertidos al fascismo (O. Mosley en Inglaterra, Jacques Doriot y Paul Laval en Francia, Gerardo Salvador Merino y Santiago Montero Díaz en España...). En Estados Unidos, Goldberg nos ofrece múltiples ejemplos de intelectuales liberales e izquierdistas fascinados por el fascismo –emulando en ello a los fabianos británicos G. B. Shaw y H. G. Wells–, y nos recuerda los elogios sin reservas que dicha ideología recibió en publicaciones como The New York Times,The Chicago Tribune oThe New Republic; ensayos más recientes delatan cierta actitud, como el de Susan Sontang "Fascinating Fascism" (1967), y el de Jeffrey T. Schnapp del mismo título (1996) o el de David Ramsey Steele "The Mystery of Fascism" (2007).
Sería injusto incluir a Harry Red Sinclair Lewis en este apartado. Aunque It Can’t Happen Here fue jaleada cuando apareció por la propaganda internacional frentepopulista como una denuncia anti-fascista, hoy, una lectura contextualizada, con los matices personales del autor que conocemos por sus biógrafos, nos revelaría una perspectiva más sutil, irónica, anticipatoria de las tesis de Goldberg. Incluso me atrevo a sugerir que Lewis fue entonces un pionero, digámoslo así, de un cierto neoconservadurismo avant la lettre, gentil, ya que marca el inicio de su distanciamiento de la izquierda norteamericana. La inspiración y la información le fueron proporcionados por una notoria experta en anti-fascismo y anti-comunismo: su propia esposa, Dorothy Thompson, la Casandra americana (por cierto: en su libro I Saw Hitler, de 1932, entre otras penetrantes observaciones encontramos insinuada la tesis del nazi como partido gay), cuyas convicciones eran, precisamente, liberal-conservadoras: su percepción del nuevo fenómeno político era que en Estados Unidos, como en Europa, sólo podría generarse en el seno del conglomerado ideológico de las izquierdas: viejo populismo y nuevo progresismo, sindicalismo y coalición demócrata del New Deal; es decir, sería un producto de la nueva oleada de estatismo sobrevenido en las sociedades occidentales después de la Gran Depresión.
Todo ello hace más inteligible la tesis central de Goldberg: el fascismo liberal norteamericano está históricamente vinculado al movimiento progresista, sería una ideología estrechamente relacionada con las corrientes populistas y el nuevo Partido Demócrata que emergen tras tras la Guerra de Secesión y se fusionan bajo el liderazgo de Woodrow Wilson y William Jennings Bryan, a comienzos del siglo XX. Berzelius Windrip y Elmer Gantry podían inspirarse perfectamente en el puritano profesor de Princeton y en el demagogo fundamentalista del proceso Scopes en Dayton, Tenneessee.
En todo caso, esos orígenes claramente izquierdistas nos permiten diferenciar el progresismo genuino, dominante en el Partido Demócrata de Wilson, del progresismo republicano de Teddy Roosevelt. Goldberg no es muy claro en esta distinción, a mi juicio fundamental, y es una de las pocas críticas que tengo que hacer a su obra, por lo demás excelente como historia de las ideas politicas[6].
A la hora de titular este ensayo he dudado entre "El fascismo progresista" y "El progresismo fascista". Para aclarar esta duda definitivamente: todo fascismo es o pretende ser progresista; no hay un fascismo conservador, o de derechas, como tópicamente se repite (volveremos sobre ello). Ahora bien, hay que admitir que no todo progresismo es fascista, aunque el riesgo de que lo sea o acabe siéndolo es grande cuando va acompañado de un estatismo centralizador sin garantías constitucionales para las libertades individuales fundamentales. Aquí es donde veo la gran diferencia entre el primer Roosevelt, de una parte, y Wilson y el segundo Roosevelt, de la otra. Teddy Roosevelt, a mi juicio, fue un político borderline, y, ciertamente, durante su breve episodio progresista (1912-1913) jugó con fuego, aunque no llegó a quemarse: con la Guerra Mundial rectificó y volvió al seno del republicanismo liberal-conservador, federalista y constitucional, que siempre había admirado; el de sus héroes Washington, Hamilton y Lincoln.
A partir de los años sesenta, con la Contracultura y la New Age,se producirá un cambio cualitativo en el fascismo progresista americano; hacia esa forma o estilo de fascismo nice, incluso cool, liberal, tecnocrático y políticamente correcto que nos describe Goldberg: el que definirá a algunos políticos y presidentes demócratas de nuestra época, caracterizados por su arrogancia, frivolidad, incompetencia y, en última instancia y en algunos casos, corrupción: los tres hermanos Kennedy (John, Robert y Edward) y sus imitadores, Jimmy Carter, el matrimonio Clinton y finalmente Obama. Resulta irónico que el pintoresco Huey Long, en cierta ocasión en que le acusaron de fascista, dijera aquello de que si el verdadero fascismo hacía alguna vez acto de presencia en EEUU lo haría más bien en la forma de "anti-fascismo"[7].
Sobre los Kennedy se ha escrito demasiado, y creo que predomina la literatura hagiográfica. De los tres, el presidente probablemente fue el más equilibrado en términos políticos; otra cosa es su neurótica frivolidad personal, que hoy resulta increíble (en todo caso, sus hazañas como macho fornicador no alcanzaron el récord del propio Mussolini). Sin duda sentó el precedente de convertir al Presidente de los Estados Unidos en una celebridad con glamour al estilo hollywoodiense: telegénico, arrogante, "sufría un gap entre la retórica y la substancia política", en opinión de Hans J. Morgenthau, inspirador del realismo político contemporáneo. Resulta patético –sólo es una anécdota, pero significativa– que dos escritores de la talla de Tennessee Williams y Gore Vidal, reconocidos homosexuales, luego de visitar al entonces presidenciable senador Kennedy en Palm Beach, estuvieran menos interesados en sus ideas que en comentar su atractivo y la perfección de su trasero. (Entre paréntesis, y como mera coincidencia, recuerdo que Dorothy Thompson describió a Hitler y a JFK con los mismos adjetivos: charismaticspoiled y neurotic, según relata Peter Kurth; pero seguramente desconocía que ambos, además, compartieron un mismo objeto de admiración y deseo: Miss Dinamarca 1936, Inga Arvand, modelo de beldad aria, según Hitler. Inga Binga sería amante del joven teniente Kennedy, destinado en Inteligencia Naval: y posiblemente fue –al menos es lo que sospechaba el FBI– una espía o agente de información pro-nazi)[8].
Hay una foto muy conocida[9] de JFK, encabezando una marcha en el Bunker Hill Day de 1946, cuando comenzaba su carrera política, que pudiera simbolizar el inicio de su marcha sobre Washington DC. El joven Kennedy, trajeado y con un sombrero en la mano, desfila como líder de una centuria de jóvenes en formación paramilitar, sin chaquetas pero con camisas blancas y corbatas, que inevitablemente evoca otra formación paramilitasr, otra famosa marcha de camisas; pero en el caso americano se trataría de un fascismo extrañamente travestido, civilizado, de ejecutivos y managers, de una especie nueva tecnocrática, light y cool.
La conocida y polémica gurú del libertarismo contemporáneo, Ayn Rand, escribió dos ensayos con títulos brutalmente elocuentes sobre las administraciones demócratas de Kennedy y Johnson: The Fascist New Frontier (1963) y The New Fascism: Rule by Consensus (1965). En el último describe con gran claridad las raíces estatistas comunes al socialismo y al fascismo, y define este último como un sistema de "control", más que de "propiedad", de los medios de producción, en una economía mixta progresivamente controlada por el Estado y los managers o tecnócratas, desde una perspectiva "anti-ideológica", pragmatista (por otra parte, anticipada por los fabianos británicos, los progresistas norteamericanos y teóricos neoconservadores como James Burnham). El fascismo sería
a system in which the government does not nationalize the means of production, but assumes total control over the economy (...). It is true that the Welfare-statists are not socialists, that never advocated or intented the socialization of private propperty, that they want to preserve private property –with governmnt control of its use and disposal. But that is the fundamental characteristic of fascism[10].
Si Ayn Rand adopta una perspectiva que en Europa calificaríamos de liberal-conservadora, un escritor izquierdista como Norman Mailer, en sus ensayos sobre Kennedy y Johnson contenidos enCannibals and Christians (1966) y The Idol and the Octupus (1968), detecta, si bien de una manera literaria, impresionista y con un sesgo político ácrata, un fenómeno nuevo, con un peligroso "potencial totalitario"[11], que asimismo había percibido Victor Lasky en JFK. The Man and the Myth (New York,1963), una biografía demoledora pero bien documentada, incluso en lo relacionado con las simpatías del protagonista hacia la Italia de Mussolini, la España de Franco, elappeasement ante la Alemania nazi, el senador McCarthy y la caza de brujas anti-comunista, etc., y cuya crítica había publicado el propio Mailer, que destacaba la emergencia del héroe "existencialista" y "cinematográfico", pleno de glamour y ambigüedad[12].
Cierta fascinación estética por el fascismo y otras formas de autoritarismo carismático tenía en Estados Unidos algunos precedentes conocidos. Jonah Goldberg menciona muy brevemente y de pasada a Ezra Pound (pp. 7 y 337), pero a mi juicio debería haberle dedicado todo un capítulo, ya que representa un caso, por decirlo así, emblemático del problema que trata su obra, esto es, la deriva o desviación fascista del pensamiento progresista americano.
Pound es sin duda uno de los genios de la literatura del siglo XX, un liberal progresista y un revolucionario de las ideas estéticas y la poesía contemporáneas. Su caso es paradigmático de cómo la ideología progresista desemboca o degenera fatalmente en el fascismo, algo que ahora sabemos gracias a historiadores como el italinao Renzo De Felice (1966 y ss.), el británico Alastair Hamilton (1971) o el norteamericano John Patrick Diggins (1972), pero que nadie cuestionó antes de los años treinta, hasta la llegada de Hitler al poder en Alemania: desde entonces ha sido una especie de "little dirty secret", como ha dicho el genial escritor Tom Wolfe; hasta la aparición del libro de Goldberg, aunque el polémico historiador alemán Ernst Nolte (1960 y ss.) ya había insinuado anteriormente las concomitancias y similaridades entre el fascismo de Mussolini y el socialismo o la socialdemocracia, anticipando así en cierto modo la dura confrontación del historiador Joachim Fest con el pasado nazi de los socialistas Jürgen Habermas, Günther Grass y muchos otros progresistas alemanes.
Mutatis mutandis, este fenómeno explica algo que en España es habitual pero sobre lo que no se ha reflexionado lo suficiente en el ámbito académico: el pasado falangista de tanto socialista. El fascismo español, es decir el falangismo, fue una corriente del socialismo no marxista de inspiración sindicalista (o nacional-sindicalista, aunque entre sus militantes también había antiguos socialistas, anarco-sindicalistas y comunistas); por tanto, no es extraño que muchos antiguos militantes de Falange Española de las JONS, o vinculados familiarmente a ella, que en su momento se enfrentaron con el "conservadurismo franquista" estén hoy cómodamente ubicados en el PSOE, incluso en posiciones de liderazgo.
El origen de esta peculiar y poco conocida disidencia política ha sido investigada por Payne y alguno de sus discípulos: está en la crítica al régimen de Franco por ser poco fascista o totalitario(léase poco socialista o colectivista), que se sirve retóricamente de los conocidos precedentes marginales jonsistas de Ramiro Ledesma y otros partidarios de la revolución pendiente antes y después del Decreto de Unificación (1937) y que fue iniciada públicamente allá por la primavera de 1941 por el profesor falangista José Antonio Maravall, con un artículo en Arriba en el que reclamaba –actuando como peón de Ramón Serrano Súñer– el poder para los políticos(ideólogos)frente a los técnicos (pragmáticos). Obsérvese, por ejemplo, la facilidad con que el conocido falangista Dionisio Ridruejo evolucionó hacia la socialdemocracia; en tiempos más recientes tenemos el caso de Jorge Vestrynge, que lo hizo desde la militancia en grupos fascistas a la extrema izquierda (en ambos casos, con cierta coherencia anti-franquista), pasando, con manifiesta insatisfacción, por la conservadora Alianza Popular de Fraga Iribarne, de la que llegó a ser secretario general. En la reciente obra del periodista Sebastián Moreno Camaleones, desmemoriados y conversos (2010) se confirma lo que venimos diciendo con una nutrida lista de políticos, intelectuales y empresarios, en lo que parece una transitada avenida de doble dirección entre el falangismo/franquismo y el socialismo/progresismo: Dionisio Ridruejo, Antonio Tovar, Pedro Laín Entralgo, Gonzalo Torrente Ballester, Luis Rosales, Leopoldo Panero, José Luis López Aranguren, José Antonio Maravall, Eduardo Haro Teglen, Jesús Polanco, Juan Luis Cebrián, Francisco Fernández Ordoñez, Javier Pradera, Jorge Verstrynge, José Bono, Mariano Fernández Bermejo...; a los que podríamos añadir, ciertamente, una lista aún más extensa de profesores universitarios, altos funcionarios y periodistas que hoy militan en el PSOE o exhiben posiciones progresistas[13].
Pero retomemos el asunto Pound. Desde la publicación de su libro Jefferson and/or Mussolini: L'idea Statale. Fascism as I have seen It[14], el gran poeta, escritor y líder indiscutible del modernismo anglo-americano se va a convertir en el chivo expiatorio de la mala conciencia de liberales y progresistas. En vano intentó razonar con los intelectuales, artistas y amigos que su nueva posición política era perfectamente coherente con su pasado liberal progresista, en la tradición jeffersoniana del Partido Demócrata. Fue estigmatizado, excomulgado y condenado. No hubo proceso judicial porque le declararon demente, pero fue recluido durante doce años en una cárcel-sanatorio mental, el St. Elizabeth's Hospital de Washington DC. Las raíces de la traición, como muy bien ha analizado el psiquiatra E. Fuller Torrey, tenían un componente de arrogancia ideológica que iba más allá de las manías o desviaciones psíquicas del personaje. Significativamente, vinculaba la figura de Jefferson, icono y padre fundador de todo el progresismo americano (excepto –también muy significativamente– de Teddy Roosevelt, líder del otro tipo de progresismo –de breve recorrido–, eso sí, que aborrecía al virginiano), con el fundador del fascismo. Se convertiría así, a partir de la segunda mitad de los años treinta, en unhereje y en la primera víctima ilustre de la nueva inquisición progresista, la Corrección Política de la época, elanti-fascismo, como percibieron agudamente, antes que nadie, el demócrata populista Huey Long y, desde otra perspectiva, el gran escritor anti-socialista y anti-fascista, pero con empatía para con el drama personal del interno en St. Elizabeth, H. L. Mencken[15].
Pound nunca ocultó que, antes de ser fascista, y como el propio Mussolini hasta 1914 –es decir, hasta la Primera Guerra Mundial y la traición de la Segunda Internacional–, había sido socialista, incluso simpatizó brevemente con Lenin y el comunismo soviético (en 1911, el propio Lenin, aún en el exilio, había expresado públicamente en Pravda su admiración por Mussolini). En su libro, Pound cita con aprobación a un ministro del Duce, que, al referirse a éste, le dijo –durante la visita del norteamericano al Palacio Venezia–: "Uomo di sinistra, sempre sinistra" (algo así como "El hombre de izquierdas siempre será de izquierdas")[16].
Pound, pese a ser un intelectual notorio, estaba al margen de la política norteamericana. El primer intelectual izquierdista –es decir, socialista genérico– que va a alcanzar una estatura pública considerable no como intelectual sino como político en EEUU es Lyndon LaRouche, antiguo trotskista, neomarxista reciclado del detritus SDS-New Left y finalmente neofascista anti-semita, frustrado candidato demócrata a la Presidencia en repetidas ocasiones. El último, el propio Barack Hussein Obama, 44º presidente de la nación. Hillary Clinton (a la que, por cierto, Jonah Goldberg describió irónicamente en una ocasión como "soccer mom's socialist") nunca ha tenido un perfil tan nítidamente socialista como el de Obama, al menos desde que obtuvo notoriedad pública[17]. Ahora bien, según sus biografías políticas secretas, la señora Clinton y Obama habían tenido –ella directamente, él indirectamente– el mismo gurú ideológico: el intelectual radical, socialista yorganizador comunitario en el área de Chicago Saul Alinsky (1909-1970)[18].
Lyndon LaRouche es un caso emblemático, aunque poco publicitado: y es que, para el Partido Demócrata, hablar de él es una suerte de tabú. Junto con Pound, LaRouche fue uno de los pocos intelectuales progresistas que no tuvieron escrúpulos en admitir su propia evolución hacia el fascismo:
It is not neccessary to wear brown shirts to be a fascist... It is not neccessary to wear a swastika to be fascist... It is not neccessary to call oneself a fascist to be a fascist. It is simply necessary to be one![19]
Sin embargo, a nadie le escandalizó esta otra frase que apareció en un best seller muy conocido tres décadas antes, y que probablemente capta muy bien la esencia de la tesis de Goldberg:
I do not believe that fighting a fascist country, you have to set up Fascism, but I do believe that certain aspects of democracy and capitalist economy must go when a nation is at war with a totalitarian nation.
¿Quién la escribió? El joven John F. Kennedy. ¿Dónde? En su libro Why England Slept, publicado en 1940[20].
El LaRouche que disputó las primarias demócratas fue una especie de Bautista anticipando al Mesías Obama. También él obtuvo una fuerte implantación en las áreas metropolitanas de Illinois, en un entorno con presencia de radicalismo político de distintos colores, mafia, Nación del Islam, etc., todo bajo cierto control de la famosa y corrupta maquinaria demócrata de Chicago. Algunos politólogos liberales percibieron el peligro que representaban los seguidores de LaRouche: "The strangest thing that's ever happened in an election in my memory" (Mike Royko), "This is the face American fascism will wear" (Max Lerner), "A failure of the [Democratic] party's immune system" (Daniel Patrick Moynihan)...
Como se ha dicho, el libro de Goldberg tiene un gran valor como estudio de las ideas políticas norteamericanas, especialmente de la deriva autoritaria del progresismo de orígenes jeffersonianos, aunque todavía hay mucho por investigar (sin duda el propio Goldberg está muy cualificado para hacerlo, como nos muestra en su último ensayo sobre uno de los ideólogos orininarios del progresismo norteamericano, Richard Ely, publicado en la National Review el 31 de diciembre de 2009). Es asimismo interesante contrastar el diferente análisis que hacen de la figura de Jefferson otros intelectuales contemporáneos de Pound, como los más veteranos Henry Adams y Theodore Roosevelt o los más jóvenes y próximos generacionalmente a aquél –del que, de hecho, eran amigos– Albert Jay Nock y Henry Louis Mencken. Adams, Nock y Mencken son simpatizantes –con matices el primero– de Jefferson; Roosevelt es claramente muy crítico con el personaje y con la tradición jeffersoniana populista y demócrata, que tampoco es del agrado de Mencken. Es curioso que Goldberg se haya inspirado metodológicamente en el anti-estatismo de Nock y no haya aprovechado los insights de Mencken; sea como fuere, estos dos disponían de una perspectiva más amplia para valorar el fenómeno fascista, que ni Adams (muerto en 1918) ni Roosevelt (muerto en 1919) llegarían a vivir. Pero este es un tema que nos llevaría mucho tiempo y muchas páginas. En resumen: ninguno de ellos iría tan lejos como Pound al vincular a Jefferson con Mussolini, si bien es cierto que Mencken y Nock denunciaron los riesgos que representaban sus descendientes ideológicos, W. Wilson, F. D. Roosevelt y los intelectuales del New Deal, como algo próximo al fascismo y al nacional-socialismo.
Dos años antes de la irrupción de Obama en la escena política, David Horowitz y Richard Rose analizaron las derivas anti-democráticas del Partido Demócrata en una obra que no recibió la atención que merecía: The Shadow Party. How George Soros, Hillary Clinton and the Sixties Radicals seized control of the Democratic Party (Nelson Current, Nashville, Tennessee, 2006). Muchos de los factores y elementos que conforman el fenómeno Obama estaban descritos en ese libro, si bien en relación con Hillary Clinton, a la que tantos veían por entonces como la futura candidata demócrata a la Presidencia.
Lo que no podía prever la senadora de New York es que surgiera un candidato más progresista que ella, con un perfil más multiculturalista, buenista; y para colmo negro ("An fairy tale", comentó con sarcasmo resentido su esposo, el ex presidente). Era imposible encontrar un candidato más perfecto para los nuevos inquisidores de la Corrección Política, para la movilización del resentimiento histórico subliminal, racista y clasista en la fórmula novísima de un progresismo fascistoide light, integrador, amable, de conformismo demócrata autoritario. Así lo comprendieron muy pronto los expertos en manipulación del clan Kennedy, y otros al servicio de George Soros, que sin previo aviso abandonó a la senadora para apoyar al senador.
Como han denunciado algunos críticos, y en particular Glenn Beck, el numeroso conglomerado de asesores y consejeros especiales de la Casa Blanca, junto con los zares responsables de distintas áreas y funcionando como Administración ideológica, partidista (de un partido obamista en la sombra) y paralela a la del Gobierno federal –con el correspondiente caos administrativo–, pero sin responsabilidades ante el Congreso, conforma una estructura típica de los proyectos totalitarios comunista y fascista, en los que gradualmente el Partido se superpone al Estado. Como vieron agudamente Heinz Guderian (Memorias de un soldado) y Carl Schmitt (Teoria del partisano), es el partido totalitario quien crea el totalitarismo, no el Estado, que al final es una víctima más del proceso de destrucción de la Constitución y las instituciones tradicionales.
El proceso de transformación de la democracia americana en Estado Federal-Sindicalista, que había comenzado con el presidente Kennedy, al propiciar la sindicación de los funcionarios públicos con la orden ejecutiva 10988 (1962), que cambió radicalmente el sistema político americano (como ha apuntado Daniel Henninger en "The Fall of the House of Kennedy", The Wall Street Journal,21-I-2010), ha cobrado un nuevo vigor con la Administración Obama, la primera nacida "en la burbuja del sector público (...) con cero miembros en el Gobierno representativos del sector privado" y los firmes apoyos del sindicato de Andrew Stern, SEIU y su tropa de choque de agitadores comunitarios, Acorn. El objetivo, tan caro a las Administraciones demócratas, de una sanidad pública universal, que tuvo en el senador Ted Kennedy a su adalid más radical ("La causa mi vida", como expresó melodramáticmente al final de la misma, y al parecer condición del aval decisivo del clan a la candidatura presidencial del senador negro), ha sido asumido finalmente por Obama. El Obamacare ha significado, no sólo simbólicamente, sino en términos económicos y políticos, el paso definitivo a una mutación cualitativa de la cultura norteamericana, en un sentido estatista y colectivista. Si el movimiento liberal-conservador y los republicanos no lo impiden, solo queda por ver qué forma adoptará en el futuro y posible escenario de una crisis global del capitalismo y de conflicto de civilizaciones, con ramificaciones terroristas que han arruinado definitivamente la visión optimista del fin de la historia.
Resumiendo: el progresista que Goldberg observa en EEUU representa un nuevo arquetipo de la religión política estatista que es el fascismo (p. 23), generado en una cultura política democrática pero con unos ingredientes ideológicos de izquierdas y alternativos (comunitarismo, sindicalismo, multiculturalismo, new age, buenismo, corrección política) que contribuyen a acentuar la sumisión o el conformismo progresista, integrador y autoritario (inevitable recordar que Unamuno consideraba al fascismo, con cierto humor, fajismo), intervencionista y proto-colectivista. Respecto a Obama, apoyado por un populismo carismático artificialmente propagado y exagerado por los medios de comunicación, probablemente le sea de aplicación lo que dijo aquel ministro fascista de y sobre Mussolini, con el beneplácito de Ezra Pound: "Uomo di sinistra, sempre sinistra". Evan Thomas, editor de la revista Newsweek, como hijo del líder histórico del socialismo norteamericano, Norman Thomas, sabrá muy bien lo que significa el título que ha elegido para una de las más descaradas hagiografías que se han publicado sobre el actual presidente norteamericano: A Long Time Coming (Public Affairs, New York, 2009). Aunque haría bien en recordar que Stalin calificaría a su padre, con lógica perversa, de "socialfascista" por su anti-comunismo de la Guerra Fría.
En 1960 Ernst Nolte planteó su famosa tesis sobre la Época del fascismo: fue el inicio de la renovación sobre los estudios que llega a nuestros días. Muy recientemente (2008), Roger Griffin ha postulado la hipótesis de un Siglo del fascismo (con un excelente prólogo de Stanley G. Payne). En su libro, Jonah Goldberg propone, en el capítulo décimo, que asumamos la premisa "We're All Fascist Now", subyacente a la cultura de la New Age, que yo extendería a casi todas las propuestas de la posmodernidad, y que con una gota de humor llamaría la hipótesis del "corazoncito fascista". El filósofo Roger Scruton ha planteado la interesante e inquietante idea de una "Totalitarian Sentimentality"[21], que podríamos calificar también como una actitud, talante y potencial políticos, incluso como una desviación psíquica o perversión, que está en la base de la profecía o diagnóstico nietzscheano –descriptivo, no prescriptivo– de toda "voluntad de poder".
El síndrome característico del progresismo fascista quizás sea "la creencia estridente de que cualquiera que defienda la superioridad de una concepción moral, forma de vida o tipo humano distintivos" ha de ser elitista, antidemocrático e inmoral: Tocqueville lo caracterizó como la nueva, sutil, "tiranía mayoritaria", que, a propósito de una reflexión sobre la filosofía política de Leo Strauss, los discípulos de éste describen como "una presión tenue, no organizada, pero omnímoda para la conformidad igualitaria, que surge de la incapacidad del individuo psicológicamente depurada e intimidada de resistir la autoridad moral de la opinión pública de la mayoría (...) un moralismo uniformador que se disfraza de relativismo"[22]; en otras palabras: la muy conocida en nuestro tiempo corrección política. Completando la definición de Goldberg, el fascismo es una religión del Estado, un estatismo autoritario, que en nuestra época ha encontrado también su expresión en el seno de la democracia americana, en ese conformismo autoritario que se manifiesta ideológicamente en formas diversas de culto irracional a la personalidad del líder, una propaganda colectivista en distintos grados y el rechazo del individualismo genuinamente liberal-conservador. Las posibles incongruencias menores y algunas deficiencias metodológicas no restan valor a la original obra de Goldberg; incongruencias y deficiencias que siempre pueden corregirse –como asimismo nuestras propias valoraciones– acudiendo a la magnífica y sólida obra científica de Stanley G. Payne[23].
***
Apéndice. Libros de Stanley G. Payne sobre fascismo, falangismo y franquismo.
1.  Falange: A History of Spanish Fascism, Stanford University Press, Stanford, 1961.
2. Franco’s Spain,Thomas Y. Crowell, New York, 1967.
3. Fascism and National Socialism,Forum Press, St. Charles, 1975.
4. Fascism: Comparison and Definition, University of Wisconsin Press, Madison, 1980.
5. The Franco Regime, 1936-1975, University of Wisconsin Press, Madison, 1988.
6. Franco: el perfil de la historia, Espasa-Calpe, Madrid, 1992.
7. A History of Fascism 1914-1945, University of Wisconsin Press, Madison, 1996.
8. El primer franquismo, 1939-1959. Los años de la autarquía, Historia 16, Madrid, 1998.
9. Franco y José Antonio. El extraño caso del fascismo español, Planeta, Barcelona, 1998.
10. Fascism in Spain 1923-1977, University of Wisconsin Press, Madison, 1999.
11. La época de Franco, Espasa-Calpe, Madrid, 2000.
12. José Antonio Primo de Rivera (con Enrique de Aguinaga), Ediciones B, Barcelona, 2003.
13. Franco and Hitler. Spain, Germany and World War II, Yale University Press, New Haven, 2008.
14. Franco, mi padre. Testimonio de Carmen Franco, la hija del Caudillo (con Jesús Palacios), La Esfera de los Libros, Madrid, 2009. 


[1]El profesor Stanley G. Payne fue mi tutor durante la estancia, de casi dos años (1973-75), en la Universidad de Wisconsin en Madison como becario de investigación en historia y ciencia política. En ese tiempo asistí a sus clases sobre la historia política española contemporánea (especialmente el franquismo) y a un selecto seminario para estudiantes graduados sobre el fascismo, que codirigía con el ya desaparecido George L. Mosse. Como profesor en la Universidad Complutense, durante los últimos veinte años vengo utilizando su librito El fascismo (Alianza Editorial, Madrid, varias ediciones) como uno de los textos básicos obligatorios –Payne es autor de más de ochenta trabajos, entre libros y ensayos, relacionados con el tema–, y su enciclopédica obra A History of Fascism, 1914-1945, desde su aparición (1996), como obra esencial de consulta para mis estudiantes del último curso de licenciatura sobre Ideologías Políticas Contemporáneas. Jonah Goldberg, en la introducción de su libro, se refiere a Payne como "el más importante especialista vivo sobre el fascismo" (p. 3), afirmación que por supuesto comparto plenamente. La dedicatoria de este ensayo coincide con la concesión a tan ilustre historiador de la Gran Cruz de Isabel la Católica.
[2]Mi interés general y sostenido –aunque no propiamente como experto o especialista– por los estudios sobre el fascismo queda reflejado en los siguientes trabajos: "Bibliografía sobre el Fascismo" (BICP, 7, UCM, Madrid, 1971); "Fascismo versus Liberalismo" (BICP, 8, UCM, Madrid, 1971); Los orígenes del fascismo en España (Tucar, Madrid, 1975); "Un ensayo de fascismo español, 1930-1933: J. M. Albiñana y el Partido Nacionalista Español" (Tiempo de Historia, 8, Madrid, 1975); Universalidad y particularidad del fenómeno fascista (Tesis Doctoral, UCM, 1976);Ensayo sobre la dictadura: bonapartismo y fascismo (Tucar, Madrid, 1977); "Notas para una interpretación de la dictadura primorriverista" (REP, 6, Madrid, 1978); "Un esquema para el análisis del fascismo" (BIDP, 1, UNED, Madrid, 1978); "Modelos históricos del fascismo" (BICP, 2, UNED, Madrid, 1978); "El fascismo" (en M. Pastor, ed., Ideologías y movimientos políticos contemporáneos, UIMP, Madrid, 1980); "La naturaleza del franquismo" (El Siglo, suplemento especial, Madrid, 1992); "Las postrimerías del franquismo" (en R. Cotarelo, ed., Transición política..., CIS, Madrid, 1992); "A propósito del término islamofascismo" (La Ilustración Liberal, 31, Madrid, 2007). Asimismo, he participado en los programas "Los hombres de Hitler" (I y II) de la serie Corría el año..., dirigida y presentada por César Vidal (LD Televisión, 2008). Sobre ciertas derivas fascistoides –digámoslo así– del fenómeno Obama/Obamamanía, he publicado los artículos "Obama, Zero Hour" (Semanario Atlántico, enero de 2010) y "Obama, el populista" (Semanario Atlántico, enero de 2010 y Libertad Digital, febrero de 2010). Es preciso que recuerde que los trabajos aquí referidos pertenecen a una época juvenil de mi carrera académica, cuyos enfoques metodológicos han sido hoy casi totalmente superados, y debo admitir –aunque entonces no fuera plenamente consciente de ello– que el profesor Payne ha sido una especie de vacuna letal, positiva y benéfica, contra algunas influencias ideológicas negativas.
[3]I. F. Marcosson, "Calls Mussolini Latin Roosevelt", New York Times, 7-X-1923. Goldberg, pp. 27 y 433.
[4]Ch. Beard, "Making the Fascist State", New Republic, 23-I-1929. Goldberg, pp. 103-104 y 441.
[5]Los experimentos socialistas del utópico Robert Owen en el estado de Indiana, llevados a cabo durante la primera mitad del siglo XIX, habían fracasado estrepitosamente. Engels fue el primer ideólogo marxista importante en suscribir la tesis del excepcionalismo americano (Tocquevillela había planteado ya en la década de 1830) y en visitar los Estados Unidos, donde no vio un climafavorable para el socialismo. En 1886, la propia hija de Marx, Eleonor, con suesposo (Edward Aveling) escribióun panfleto sobre la clase trabajadora en América con el mismo tono pesimista, tras cursar una visita al Nuevo Continente. De una manera más sistemática y rigurosa analizaron el problema W. Sombart (¿Porqué no hay socialismo en los Estados Unidos?, 1905) y, sobre todo,S. M. Lipset y Gary Marks (It Didn’t Happen Here. Why Socialism Failed in the United States, Norton, New York, 2000). Lipset había iniciado sus reflexiones sobre el problema en los años 50 del siglo XX, y es autor de diversos ensayos sobre el mismo.
[6]Una observaciones menores. Mussolini no es el inventor de los neologismos totalitario ytotalitarismo: los emplea por primera vez, en 1923 y con una intención crítica del nuevo régimen fascista, el liberal italiano Giovanni Amendola, como nos recuerda Stanley G. Payne en El régimen de Franco (Alianza Editorial, Madrid, 1987, pp. 656-657). Mussolini los aceptará gustoso, como también lo hará el comunista Antonio Gramsci, precisando éste con cierto candor que el fascismo es un totalitarismo falso, mientras el comunismo es un totalitarismo auténtico. Goldberg no entra a distinguir entre totalitarismo y autoritarismo, distinción fundamental que inicia probablemente en los años 30 el politólogo conservador, católico (y sentimental) y antiliberal Carl Schmitt, que, contra lo que dice Goldberg, nunca fue un ideólogo nazi propiamente dicho. Schmitt puede ser calificado de filofascista y autoritario, pero de ninguna manera de totalitario y nacional-socialista, aunque, por oportunismo y precaución –recomendada por Heidegger–, solicitara el carnet del partido. Los ideólogos nazis, las SA, las SS y el SD (servicio de inteligencia) jamás se fiaron de él, y con razón. Schmitt había sido amigo y consejero del general y canciller Kurt von Schleicher, asesinado, junto con su esposa, por los nazis en 1934, y probablemente estuvo implicado, si bien pasiva e indirectamente, en la conspiración contra Hitler (poseo información al respecto: directamente de la única hija de Schleicher, a través de la familia del Dr. Nissen, que la adoptó cuando quedó huérfana y de cuya amistad me honro).
[7]Cit. por Daniel J. Flynn, Intellectual Morons, Crown, New York, 2004, p. 206.
[8]Gore Vidal, Ensayos, 1982-1988, Edhasa, Barcelona, 1991, p. 70. Las palabras de Hans J. Morgenthau referidas al presidente Kennedy estan citadas por John J. Tierney en The Intercollegiate Review, Winter- Spring, 1972, p. 73. Dorothy Thompson, citada por Peter Kurth,The American CassandraThe Life of Dorothy Thompson, Little, Brown & Company, Boston, 1990, pp. 161-162. Para una nueva valoración de la obra de Sinclair Lewis, asimismo Kurth, pp. 203 y 210. Sobre la relación sentimental de Kennedy con Inga Arvand, amiga íntima de Hitler y otros jerarcas del régimen nazi, véanse las obras de Thomas C. Reeves, A Question of Character: A Life of John F. Kennedy, Macmillan, New York, 1991; Nigel Hamilton, JFK: Reckless Youth, Random House, New York, 1992, y Seymour M. Hersh, The Dark Side of Camelot, Boston, Litte, Brown & Company, 1997. La biografía clásica sobre el perfil más arrogante y autoritario del presidente sigue siendo la de Victor Lasky, JFK. The Man and the Myth(1963; edición ampliada: Dell Books, New York, 1977). La interesantísima y ciertamente inquietante obra de Gus Russo y Stephen Molten,Brothers in Arms: The Kennedys, The Castros, and the Politics of Murder, Bloomsbury, New York, 2008, ofrece una nueva perspectiva sobre el talante autoritario de los hermanos John y Robert Kennedy.
[9]V. Philip B. Kunhardt Jr,. Life in Camelot. The Kennedy Years,Time Inc., Little, Brown and Company, Boston, 1988, pp. 30-31.
[10]Ayn Rand, Capitalism: The Unknown Ideal, The New American Library/Signet Books, New York, 1967, pp. 202 y ss. Rand seguramente conocía la obra de Lawrence Dennis The Coming American Fascism (Harper , New York, 1936), que tuvo un gran impacto en la intelectualidad norteamericana, incluido el ex trotkista y neoconservador James Burnham, en cuya célebre obraThe Managerial Revolution ( John Day, New York, 1941) describía el peligro o potencial totalitario del capitalismo corporativo y estatista, algo que reflejaría también la famosa novela 1984, de George Orwell, lector crítico de Burnham.
[11]Norman Mailer, "Superman Comes to the Supermarket", 1963; incluido en The Idol...,Dell Books, New York, 1968, pp. 31 y 55.
[12] N. Mailer, "The Leading Man: A Review...", 1963; incluida en The Idol..., pp. 104-112.
[13]La disidencia anti-franquista de Maravall, inducido por Serrano Suñer, ya fue señalada por L. Suárez Fernández en Francisco Franco y su tiempo, Azor, Madrid, 1984, tomo III, p. 254; véase S. G. Payne, Fascism in Spain1923-1977,Universiy of Wisconsin Press, Madison, 1999, p. 358, y J. M. Thomàs, en A. Gómez Molina y J. M. Thomàs, Ramón Serrano Súñer, Ediciones B, Barcelona, 2003, p. 254. Soy testigo muy personal de ese tipo de mutaciones: mi propio padre (que en paz descanse), un hombre absolutamente modesto y honrado, sin ambiciones políticas, con solo una educación primaria en el ambiente rural de la provincia de León, en su juventud simpatizó con la Falange, combatió durante la Guerra Civil en el bando nacional y después inició una lenta transición/mutación anti-franquista –como hijo suyo, tengo que agradecerle que nunca me inscribiera en el Frente de Juventudes o en cualquier otra organización falangista–, para terminar con carnet de Comisiones Obreras, ingenuamente pero sin fanatismo, y como votante primero del PSP (del que yo era dirigente) y después del PSOE (cuando ya me había hecho neoconservador). Por cierto, aunque Goldberg incluye el franquismo en la tipología genérica del fascismo, advierte las diferencias que le separaban de otros regímenes de dicho ámbito (Goldberg, p. 13). Véase asimismo S. Moreno, Camaleones, desmemoriados y conversos, La Esfera de los Libros, Madrid, 2010.
[14]Liveright, London & New York, 1935.
[15]E. Fuller Torrey, The Roots of Treason. Ezra Pound and the secrets of St. Elizabeths,Harcourt Brace Jovanovich, New York, 1984.
[16]E. Pound, ob. cit., p. 28.
[17]William Jefferson Clinton y su esposa, la senadora Hillary Rodham Clinton, aunque liberales e izquierdistas, problablemente no ser calificados propiamente de socialistas en ningún momento de sus carreras políticas. Bill Clinton llegó a la Presidencia con un perfil muy moderado. Hillary, es cierto, intentó radicalizar el primer mandato de su esposo desde la peculiar posición de zarina para la reforma de sistema sanitario, pero fracasó en el empeño. Curiosamente, entre los asesores de la señora Clinton para este proyecto frustrado de socialización de la sanidad estaba un marxista catalán, Vincent Navarro, hoy catedrático de Ciencia Política en la Universidad Pompeu Fabra.
[18]Este episodio radical de las biografías de ambos ha sido ya investigado, aunque no suficientemente divulgado. Véanse, entre otros, los libros de David Brock, The Seduction of Hillary Clinton (The Free Press, New York, 1996) y David Freddoso, The Case Against Barack Obama(Regnery, Washington DC, 2008), así como mi ensayo "El pensamiento político de Barack Hussein Obama" (Cuadernos de Pensamiento Político, 22, Madrid, abril-junio de 2009).
[19]Citado por Dennis King en Lyndon La Rouche and the New American Fascism, Doubleday, New York, 1989, p. Vii.
[20]V.Victor Lasky, JFK. The Man and the Myth,Dell, New York, 1977, p. 106.
[21]V. The American Spectator, diciembre de 2009-enero de 2010.
[22]N. Tarcov y T. L. Pangle, "Epílogo: Leo Strauss y la historia de la filosofía política", en Leo Strauss y Joseph Cropssey (eds.), Historia de la Filosofía Política, FCE, México, 1993, pp. 875-876.
[23]V. Apéndice.

Los garulillos del tabaco

Hace tan sólo dos días que ha entrado en vigor la Ley Antitabaco (Smoking ban) en España. Con retraso, con mucho retraso. Por apuntar algunos ejemplos: en Estados Unidos, en estados como el de New York o California la prohibición absoluta de fumar en todos los lugares públicos se llevó a cabo en el año 2003.
 En Australia la prohibición por ejemplo de fumar en las zonas de comer comenzó en Enero de 1999.
 En la UE somos uno de los últimos países en incorporar esta medida.
  La cuestión es simple: ¿Por qué los no fumadores tenemos que respirar el veneno de los fumadores?
   Está demostrado una y un millón de veces que fumar mata, tan sencillo como eso. No obstante, los fumadores pagan un dinero por matarse, por acortarse la vida, por atacar sus propias vidas.
     Los efectos son demoledores, todo el mundo los conoce: muchas más posibilidades de tener cancer, problemas de respiración, ennegrecimiento de los dientes y deterioro la boca...
      En Irlanda la prohibición tuvo lugar en Marzo de 2004. No pasó absolutamente nada. Como en todos los países donde la medida se ha aplicado. En US, fumar está incluso mal visto. Caminar por una ciudad americana es no observar apenas viandantes fumando. Es muy raro.
    No vendría mal que la gente se civilizara de una vez y comprendiese que si ellos quieren pagar por matarse, muy bien, pero que lo hagan con sus vidas. No con la de las demás.

Por qué los peores llegan y permanecen en el poder. Libertad Digital Editorial.


Se preguntaba Hayek en Camino de Servidumbre por qué siempre son los peores individuos quienes llegan al poder. La respuesta que ofrecía el Nobel austriaco era que la acumulación de poder atraía a aquellas personas especialmente arrogantes y faltas de escrúpulos como para detentarlo; en cambio, las humildes y cultivadas que conocían las limitaciones de su propia razón a la hora de dirigir sociedades amplias y complejas se autoexcluían del proceso político.
Sin embargo, la experiencia demuestra que existe al menos otra poderosa razón para que los peores lleguen y permanezcan en el poder: el control del sistema de elección de cargos públicos por parte de los propios políticos. Al fin y al cabo, la democracia permite una alternancia pacífica en el poder dirigida a purgar periódicamente a aquellos dirigentes que más se alejen de las preferencias de la ciudadanía y que más agredan las libertades individuales.
Con todo, democracias las hay de muchos tipos: desde aquellas en las que cada distrito elige a su representante, quien previamente ha sido seleccionado por los militantes e incluso simpatizantes de su formación política, a aquellas en las que el pueblo soberano sólo mete una vez cada cuatro años la papeleta en la urna para escoger una lista cerrada y bloqueada, previamente cocinada por unos órganos de dirección política que han emergido al margen de la voluntad de los militantes.
España se encuadra claramente en este último caso. Los partidos políticos son organizaciones absolutamente herméticas a la voluntad de sus militantes y de la ciudadanía que se perpetúan como castas dirigidas a proteger sus propios intereses. Los peores necesariamente llegan y permanecen en el poder porque resulta casi imposible echarlos y los propios órganos de dirección de los partidos se encargan de detener el acceso a cualquier persona con ideas distintas a las del grupo que pueda destacar y reformar el endogámico sistema.
El desarrollo del caso de Álvarez-Cascos constituye una perfecta ilustración de este proceso. Rajoy ha preferido a una candidata perfectamente desconocida, que incluso ha admitido que su sustancia ideológica depende por entero de las siglas en las que milita, frente a un peso pesado como el ex secretario general del PP. Es una manera de evitar líos, mantener tranquilas las aguas de los feudos locales y asegurarse de que nadie le hará sombra al mediocre gran líder que no se ha atrevido a someterse a un proceso abierto y limpio de primarias. Pero también es una forma de demostrar que los partidos se han convertido en unas oligarquías que sólo pretenden servirse a sí mismas y no a la ciudadanía que les paga su sueldo: entre el candidato preferido mayoritariamente por la militancia y una desconocida, se elige ponerle la mordaza a la militancia.
Por supuesto, no pretendemos negar que el propio Cascos, cuando era secretario general del PP, no mostrara una análoga oposición a la democracia interna, como ayer recordó por motivos obvios Alejo Vidal-Quadras. Pero ello no quita que, en este caso, Cascos tenga toda la razón del mundo al reclamar democracia interna y al abandonar el partido cuando la dirección nacional le negó esa posibilidad. En todo caso, lo que viene a demostrar es que el actual sistema partitocrático engendra los incentivos para que las cúpulas de los partidos controlen todo, o casi todo, el proceso democrático.
Es urgente una completa reforma de la ley electoral para que el mandato constitucional sobre la democracia interna de los partidos sea realmente efectivo; en caso contrario los peores seguirán llegando y permaneciendo en el poder. Los zapateros, pepiños y pajines no serán la excepción sino la norma. También, como estamos viviendo, en el PP.

Saturday, January 1, 2011

Nettle tea benefits

One of the most important nettle tea benefits is its ability to reduce the production of prostaglandins, which are responsible for various types of inflammation. This unique property makes nettle tea and other nettle products useful in the treatment of gout, arthritis and even certain kinds of allergies. It is also a mild diuretic, making it useful for bladder, kidney and urinary tract disorders. Some additional internal nettle tea benefits include:
  • Treating anemia
  • Boosting the immune system
  • Restoring nutrients to the system
  • Treating coughs, colds and congestion
  • Battling urinary tract infection
  • Dissolving kidney stones
  • Treating bladder problems
Try drinking nettle tea the next time you have a kidney or bladder infection, but make sure to consult your doctor first. Never take nettle when on prescription drugs without first consulting a doctor, as serious reactions could occur.

Ocasos y amaneceres. Mi última obra publicada

Aquí está el link en el que se puede descarga mi último libro, una recopilación de historias cortas.

http://www.bubok.com/libro/detalles/196761/Ocasos-y-amaneceres

Reloj no marques las horas

“El precio de la libertad es la eterna vigilancia”. Thomas Jefferson.
Los labios de la complacencia acariciaban la quietud de unas ensoñaciones, como el único alimento admitido por un organismo alérgico a la polución que esclavizaba a las mismísimas sombras.
Los días eran gemelos a los anteriores… cincelados por unas mismas manos que se encargaban de decorar los muros del pensamiento con pasatiempos indecentes…
La muchedumbre continuaba… medio dormida… medio anestesiada… medio viva… medio muerta… arrastrándose hacia las mismas mentiras, las mismas miserias, los mismos ídolos, la misma vulgaridad con distinto disfraz…
Mientras caminaba, pensamientos como dagas le atravesaban: “…sí, eran tiempos de esclavitud… de servidumbre… momentos en la historia para jamás ser olvidados…”
Trágicas borrascas de inanidad cubrían los idilios de quien simplemente sigue la corriente hacia unos precipicios desoladores…
A lo mejor era un sueño… quizás una brutal pesadilla, o la condena por haber traicionado la vida, empachado de vacuos ornamentos y fútiles parafernalias…
Las calles estaban desiertas, buscando a tientas su propia alma. Mientras, las horas corrían presurosas para llegar al festejo último antes de un nuevo año, cuando las mayorías simulan que tienen algo que celebrar, algo en lo que creer… artes de birlibirloque para traicionar la apostasía hacia la conquista del sol…
Pronto, el tañer de unas campanas sería el mensajero de lo de siempre con vestidos de novedad.
La desintegración del tiempo corroe los más poderosos instintos porque nadie osó rebelarse contra la perfidia reinante…
La jornada había sido larga… habían pasado muchas horas después de que abriera los ojos y se sumergiese en las entrañas de un asfalto envuelto en la oscuridad. Ahora, volvía a ser noche cerrada.
Doce horas trabajando… doce horas que parecieron años… y que ya no volverían jamás. Doce horas traicionando lo que quiera que fuesen unas creencias, antaño, guía hacía una vida mejor, hacia un futuro decente…
Unas horas nacidas bastardas… cobardes… lastimeras… culpables…
Los días se sucederían, los eventos continuarían… las estaciones, los momentos buenos y malos, más o menos de unos ingredientes predecibles, pero esas horas jamás regresarían…
…tres horas… tres horas más… ¿A cambio de qué? …más cadenas, más sepulturas, más ignominia…
Iba a comenzar un nuevo año. Mientras, el sonido de los cohetes llegaba difuminado como las acuarelas pasadas por agua…
-“¿Os podéis quedar hoy un rato más?”
Los ecos de la pregunta retumbaron en los oídos dóciles de quien hace mucho tiempo se amoldó a los estertores de la pusilanimidad...
…tres horas más que nunca volverían… tres horas más para seguir completando un cuadro con figuras grotescas, inertes, acomodadas en la infamia hacia el honor…
Y sentía, muy dentro de sí… en las regiones más íntimas… allí donde dicen que se encuentra la mismísima alma… que el viaje ya no tenía retorno alguno… simplemente, sabía… se habían pasado ya paisajes de holocausto, terribles simas… bordeado demoníacos lodazales…
Iba a comenzar un nuevo año… y sí… las fuerzas para volver… y para otras muchas cosas habían desaparecido para siempre… hace ya demasiado tiempo… mucho más que esas tres horas…

Wednesday, December 29, 2010

Samurais. Decline.


Emperor Meiji abolished the samurai's right to be the only armed force in favor of a more modern, western-style, conscripted army in 1873. Samurai became Shizoku (士族) who retained some of their salaries, but the right to wear a katana in public was eventually abolished along with the right to execute commoners who paid them disrespect.
The samurai finally came to an end after hundreds of years of enjoyment of their status, their powers, and their ability to shape the government of Japan. However, the rule of the state by the military class was not yet over.
In defining how a modern Japan should be, members of the Meiji government decided to follow the footsteps of United Kingdom and Germany, basing the country on the concept of "noblesse oblige". Samurai were not to be a political force under the new order.
With the Meiji reforms in the late 19th century, the samurai class was abolished, and a western-style national army was established. The Imperial Japanese Armies were conscripted, but many samurai volunteered to be soldiers and many advanced to be trained as officers. Much of the Imperial Army officer class was of samurai origin and they were highly motivated, disciplined and exceptionally trained.The newly formed government instituted radical changes, aimed at reducing the power of the feudal domains, including Satsuma, and the dissolution of samurai status. This led to the ultimately premature uprising, led by Saigō Takamori.The last samurai conflict was arguably in 1877, during the Satsuma Rebellion in the Battle of Shiroyama. This conflict had its genesis in the previous uprising to defeat the Tokugawa Shogunate, leading to the Meiji Restoration.
Samurai were many of the early exchange students, not directly because they were samurai, but because many samurai were literate and well-educated scholars. Some of these exchange students started private schools for higher educations, while many samurai took pens instead of guns and became reporters and writers, setting up newspaper companies, and others entered governmental service.
Only the name Shizoku existed after that. After Japan lost World War II, the name Shizoku disappeared under the law on January 1, 1947.

Tuesday, December 28, 2010

Visa J-1 and the 212(e) waiver

212(e) Waiver

1. What are the consequences to an individual with a J-1 visa and having a 212(e)restriction in his passport/ IAP-66?
Any J-1 exchange visitor with a 212(e) notation in his passport / IAP-66 is ineligible for permanent residence, or nonimmigrant visas in the H or L category or change his or her nonimmigrant status to any other nonimmigrant status except A or G status until he/she spends two years after completion of his/her J-1 status in the United States in his/her home country

2. Is there a process whereby an individual with a 212(e) restriction may apply for a waiver?
Yes. An individual with J-1 visa may qualify for a waiver of this section in some circumstances.



3. In what circumstances does the U.S. Embassy impose a 212(e) restriction in his/her passport / IAP-66?
A.When the exchange visitor possesses skills that have been determined to be
in short supply in their own countries.
B.When the exchange visitor’s program is financed in whole or in part by either the U.S. government or by the government of the alien’s country.
C.When the exchange visitor enter the U.S. to receive graduate medical education or training.


4. How may the exchange visitor satisfy the requirements of the 212(e) restriction if no waiver can be obtained on his/her behalf? 
The exchange visitor must physically reside in his/her country of nationality or last residence for two years in the aggregate.

5. When may an exchange visitor obtain a waver of the 212(e) restriction imposed by the U.S. Embassy?
A.He /she obtains a "no objection" letter from his/her embassy;
B.The foreign residence requirement would impose an exceptional hardship to his her U.S. citizen or permanent resident spouse or child;
C.The exchange visitor would be subjected to persecution upon returning home;
D.A U.S. government agency applies for a waiver on behalf of the exchange visitor; or
E.A state health department recommends a waiver for the J-1 physician.


6. Does the 212(e) waiver, if approved, cover the family members of the exchange visitor?
Yes. The dependents of the exchange visitor are not subject to the two years foreign residence requirements if the principal has been grated a waiver by one of the above listed methods

7. May an exchange visitor apply for a nonimmigrant visa other than an H or L visa at a U.S. embassy even if he / she has not been in his country for two years or obtained a 212(e) waiver? 
Yes. The 212(e) restriction does not prevent an individual from applying for a nonimmigrant visa (except H or L visa) at the U.S. embassy in her/her country
8. Does the 212(e) restriction prevent an individual from applying for asylum in the U.S. states and, if approved, later apply for adjustment of status to permanent residence?
No. Section 212(e) does not prevent an individual from obtaining his permanent residence in the United States if he has an approved application for asylum.


9. What are doctors bar from qualifying even if he / she obtains a 212(e) waiver?
A.Changing his / her status to another nonimmigrant status; and
B.Applying for suspension of deportation.
.

Disclaimer: 
The information contained herein is intended for general informational purposes only. It is not intended as legal advice. You must consult with an attorney to obtain specific, comprehensive legal advice. Also note that the INS fees are subject to change without notice. For current INS fee information contact the U.S. Immigration and Naturalization Service directly.

Sunday, December 26, 2010

Gotas de nostalgia

 Las cuerdas de un suspiro se quebraron tras la quietud del abismo. Quizás el hechizo del horizonte había extendido sus alas. O quizás se trataba de una imaginación alimentada con una fe nacida de derrotas y luceros de renuncia.
Ninguna de las sombras conseguiría quebrar sus esfuerzos. Ningún esfuerzo sería suficiente para hacerle desistir de la única misión que merecía la pena: vivir.
Las muchedumbres confundían la magnificencia del vivir con la vulgaridad del existir. Sabía que su destino estaba compuesto de poesía, de sencillez, de harmonía… Sabía también que el exilio de la comunal desintegración, le había supuesto una declaración de guerra, la persecución de toda una dictadura…
No había marcha atrás… ni siquiera el perdón sería suficiente. La incertidumbre se había instalado en su hálito… Todo parecía tan perfecto ahora… La apariencia de seguridad aniquilaba la magia de lo imperecedero… Cuando los ojos del corazón se abriesen, entonces… los inútiles hechizos del cosmos material, serían desterrados para siempre.
Había comenzado a llover… y con la caída humilde de esas lágrimas eternas, había también comenzado a soñar. Cada gota recibida, le susurraba secretos que habían esperado vidas enteras para ser entregados… Momentos que parecían pasados, extendieron con determinación el manto de su gallardía…
Soñó… soñó como nadie antes había soñado… Y cada sueño le devolvió todo lo que había perdido… ¿Cómo podía haber seguido formando parte de aquella farsa? ¿Cómo pudo ser uno más en la unicidad de lo atroz?
Por supuesto respondió con desiertos naufragios… con preferencias cáusticas… con erráticas seguridades… Era tan solo una isla desierta entre los confines de un sinsentido vestido de insípidos alegatos de complicidad consentida…
Ahora, cuando los sueños habían comenzado a despertarse… y las gaviotas renunciaron a su exilio, él miró el espejo de los cielos… desenterró el tesoro del viento… descubrió el manto que cubría sus miedos…
Su antiguo compañero, -el vacío-, hacía sus últimos esfuerzos por convencerle de la falsedad de los sueños… de la tortura de la fe… de la mediocridad de la ilusión…
Siempre había buscado en el lugar equivocado… apostando por el laberinto sin salida… cautivado por los delirios de una belleza nunca perenne…
Tras la noche, el amanecer y, con él, de la mano, las caricias de unos recuerdos llamados nostalgia. La música era baile… el tiempo solo presente… el miedo, un recluso recitando la última voluntad… la desesperanza, un veneno agotado por el antídoto del amor…
La cotidianeidad se enamoró de la magia en un escenario abandonado. Cuando los recuerdos regresaron de su largo peregrinaje, el sonido de una vieja guitarra inició la salvación de un alma que se perdía en la tempestad…
Por ahora, precisamente de ese modo, los ojos se secaron, y el amanecer se vistió de rojo. Por favor, no me abandones, suplicó… no me abandones…  

Saturday, December 25, 2010

Falacias progres: El timo de las renovables.


 El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, reivindicó el pasado sábado, en la Cumbre de Líderes Progresistas celebrada en Chile, apostar por la "economía verde" como vía para salir de la recesión económica mundial. Sin embargo, el coste de este modelo saldrá muy caro a los españoles.

Cada “empleo verde” que generan las energías renovables ha necesitado subvenciones por valor de 571.138 euros desde el año 2000. Dicho coste supera el millón de euros por cada puesto de trabajo que ha sido creado en la industria eólica, según el Estudio de los Efectos del Apoyo Público a las Energías Renovables sobre el Empleo, elaborado por la Universidad Rey Juan Carlos, en colaboración con analistas del Instituto Juan de Mariana (IJM).

El informe muestra el terrible coste laboral y económico que está provocando el modelo energético implantado en España, consistente en el desvío de enormes recursos públicos al fomento de las energías renovables. Entre 2000 y 2008, el Gobierno español ha comprometido un total de 28.671 millones de euros -descontada la inflación- en subsidios públicos al fomento de energías renovables para los megavatios instalados sólo en dicho período. Un dinero que ha sido o será "sufragado íntegramente por el bolsillo de los ciudadanos, ya sea mediante nuevas subidas en el precio de la luz o aumento de impuestos", advierte.

Las energías renovables consumen enormes recursos de los contribuyentes. En España, la renta vitalicia media que ingresan las energías renovables es equivalente al 4,35% de la recaudación anual de IVA, el 3,45% del Impuesto sobre la Renta (IRPF) o el 5,6% del Impuesto de Sociedades. De este modo, la factura de la luz tendría que aumentar un 31% para costear el denominado déficit de tarifa eléctrica, según estimaciones de la Comisión Nacional de Energía (CNE).

Y ello, debido principalmente al coste de las energías renovables. El informe indica que los  consumidores españoles se enfrentan, pues, a una fuerte subida de la tarifa eléctrica o un aumento de impuestos derivado de la política energética impuesta por el Gobierno. Como resultado, este despilfarro de recursos ha provocado ladestrucción neta de 113.000 puestos de trabajo en la economía española, según el informe. Es decir, 2,2 trabajos destruidos por cada “empleo verde” generado por este sector gracias a la subvención.

Cada megavatio verde instalado destruye 5,3 empleos

En términos de potencia instalada, cada megavatio "verde" subvencionado en España destruye un promedio de 5,39 empleos en el resto de la economía nacional: 8,99 en el caso de la energía fotovoltaica, 4,32 trabajos por cada empleo creado en la eólica y 5,84 en el caso de la mini-hidroeléctrica. A éstos, deben sumarse aquellos empleos perdidos como consecuencia de las deslocalizaciones o cierres a que se han visto forzadas algunas industrias españolas intensivas en consumo de electricidad.

El crecimiento exorbitado del déficit de tarifa (algo más de 15.000 millones de euros desde 2000 a 2008) está conduciendo a que la tarifa eléctrica esté sufriendo subidas importantes en los últimos años. "Sólo en 2007 se incrementó en torno a un 55% para grandes consumidores de electricidad, por lo que estos costes de electricidad no están pudiendo ser competitivos con los de otros países como Francia. Las empresas más afectadas por su alta intensidad de consumo eléctrico son las pertenecientes a los sectores de la metalurgia, la minería no metálica y la transformación de alimentos, bebidas y tabaco", añade el estudio.

Pérdida de competitividad

Además, advierte de que el precio mínimo que garantiza la ley a la generación de energía renovable, muy por encima de los precios de mercado, "desperdicia una gran cantidad de capital que podría haber sido destinado de un modo más eficiente a otros sectores productivos". España sufre una “burbuja” insostenible en el ámbito de las “energías verdes”. Un sector que está condenado a sufrir un ajuste "dramático, con desempleo masivo, pérdida de capital y desmantelamiento de industriasasociadas a la construcción de módulos, mantenimiento e instalaciones de plantas, etc., en caso de no mantenerse artificialmente mediante el actual nivel de ayudas públicas", según el estudio.
De hecho, España cuenta ya con la mayor "burbuja en el mundo" en este ámbito, especialmente, en 2008, gracias a las fuertes retribuciones garantizadas: la solar fotovoltaica". El inicio del pinchazo de su burbuja lo encontramos también en octubre de 2008, cuando entra en vigor un marco retributivo mucho más restrictivo, con objeto de controlar el déficit tarifario y reducir la llegada masiva de inversores no especialistas en el sector, que hasta entonces había sido abrumadora como resultado de que las tasas internas de retorno se movían entre un 15 y un 20%, siendo sustancialmente atractivas en cualquier época, pero en especial en tiempos de crisis, señala el informe.
La burbuja de las renovables
Además, el mantenimiento de este modelo energético retrasará la salida de la crisis económica en España, alerta. Pese a ello, el presidente de EEUU, Barack Obama, pone como ejemplo a España, y confía en las energías renovables para impulsar la economía de la primera potencia mundial. El estudio sugiere que, en caso de implantar el sistema español, EEUU podría perder igualmente 2,2 puestos de trabajo directos por cada “empleo verde” creado vía subvenciones. Es decir, EEUU se enfrentaría así a la destrucción de entre 6,6 millones y 11 millones de puestos de trabajo si apuesta por crear entre 3 y 5 millones de "empleos verdes", respectivamente, mediante la concesión de ayudas públicas, concluye el estudio.


Conclusions NREL Response to the Report
Study of the Effects on 
Employment of Public Aid to 
Renewable Energy Sources from 
King Juan Carlos University 
(Spain) 
  
The recent report from King Juan Carlos University deviates from the traditional research 
methodologies used to estimate jobs impacts. In addition, it lacks transparency and supporting statistics, 
and fails to compare RE technologies with comparable energy industry metrics. It also fails to account 
for important issues such as the role of government in emerging markets, the success of RE exports in 
Spain, and the fact that induced economic impacts can be attributed to RE deployment. Finally, 
differences in policy are significant enough that the results of analysis conducted in the Spanish context 
are not likely to be indicative of workforce impacts in the United States or other countries.  
Energy policy has always been a politically charged subject. And in today’s economy, where job 
creation is at a premium, questions pertaining to the impact of energy policy on employment magnify 
the sensitive nature of this debate. Measuring long-term economic and employment impacts is a 
complex task, sensitive to an array of unknowns, including future prices for both conventional fuel and 
renewable energy. Because this work is highly sensitive to assumptions and the quality of research, it is 
critical that policy makers seriously evaluate the work presented to them; and even after careful scrutiny, 
place jobs estimates within the broader context of energy, the economy, the environment, and the future. 

Tuesday, December 21, 2010

Acuarelas sobre el agua

 El frío había convertido los cielos en opacos cristales. El vapor de los sueños a través de la respiración, susurraba la presencia de vida alrededor. Un viejo tranvía se deslizaba con suavidad por unos raíles que entonaban estridentes sinfonías.
La rebeldía del ayer yacía prisionera en las cárceles del temor. Cuando los abrazos de las pasiones se dejan agotar, las nubes cubren los cielos del alma, y su azul no es sino en la liturgia de un mundo posiblemente imaginado.
Los huracanes de la fatuidad lo anegaban todo. Personas como jarrones, vidas como amputadas exaltaciones de deseos egoístas, la soledad convirtiéndose más en dictadura que en una amiga caprichosa… el agua bailando sobre el viento de unas nostalgias enamoradas del futuro.
¿Dónde está la poesía? ¿No es lo que necesita la caricia de la ilusión? ¿Puede la hoja en arrecife de su vuelo, bambolearse sin poesía?
Las multitudes a lomos de la inercia de ensoñaciones, cautiva entre racimos de apostasías. ¿Quién osará levantar la voz? ¿Quién pintará el primer amanecer?
El ciprés persevera en silencios de pasión… convencido de que la firme roca, se rendirá a su verdad, porque no hay nada que resista al verdadero credo, como el descansar de unas aguas en el regazo del mar…
Al final, cuando el disco sagrado multiplica las formas bastardas, no queda sino el caballero perpetuo, ése que todo da a cambio de nada… aquél que desafía la tiranía de los débiles, la única que existe… ese corazón que hace del creer la más magnánima armadura.
Porque vivir sin haber amado de verdad, no es haber vivido… porque cuando no se abraza el paraíso de la esperanza, tan solo quedan los surcos de unas arrugas siempre consecuentes, las tentaciones por la rendición ante la suave inercia del rocío salvador…
El día había sucumbido a la caricia del atardecer. Una sonrisa anegaba el alrededor de todas las cosas. Era la sonrisa de un ángel, o quizás de una diosa. Su figura refulgía ante el saludo de las somnolientas luces que lentamente buscaban un descanso merecido.
Había encontrado… o más bien… había sido encontrada… o a lo mejor, una combinación de ambas situaciones…
Escuchando los latidos suaves del corazón, abrazando sus susurros, podía sentir la magia de un sentimiento eterno que la había elegido por fin. Todo estaba bañado de una harmonía sanadora… de la definitiva cura… del eterno resplandor…
Era amor… aquella palabra tan conocida, tan reverenciada, tan soñada… y también tan desconocida…
Estaba preparada… para vivir cien vidas o para recibir la última caricia. Para acompañar el rocío o para escuchar la lluvia… para desafiar la incertidumbre o, simplemente, para continuar…
El día menguaba como todos nosotros en el bello camino hacia la siguiente estación, y… sí… ella por fin… estaba preparada…

Sunday, December 19, 2010

Visiones

Veo una habitación. Las paredes decoradas de papel ajado. Una densa niebla baña los sueños dejados por quienes como él, un día también lloraron ahí. Unos visillos de sabor ahumado cubren el único ojo de la estancia. Está anocheciendo y las sombras se multiplican en el infinito. También veo la figura de un cuerpo. Está arrodillado con la cabeza agachada y escondida entre las palmas de sus gruesas manos. Su pelo encanecido advierte de muchas batallas perdidas. Una raída camiseta adornada de agujeros cubre su pecho. Lágrimas como perlas se deslizan por el dorso de sus manos... lágrimas sin un destino cierto que servirán para alimentar olvidos y rencores.
Escucho el sonido lejano de una música venida sin invitación como la explosión de una tormenta entre un calor de canícula. Es una música triste que oscurece la penosa llama de una vela arrumbada en el rincón de la desolación. Es una música de angustia, es una música de desesperación que anticipa ilusiones sin esperanza... es una música vomitada de una radio en cuyo dial, la aguja decidió dejar de caminar eternamente desengañada como el enamorado que descubrió otro protagonista en la historia.
Veo cómo el hombre despega el rostro de sus manos. Cómo con pasos cansados y movimientos perpetuos, cambia con su silueta el paisaje devuelto por la luna del espejo... un espejo agrietado como el rostro de un anciano anegado por arrugas sempiternas.
Veo cómo vuelve sobre sus pasos y se dirige hacia un enorme armario instalado por operarios con perentorios deseos de que la jornada acabe. Veo cómo de uno de los cajones, extrae un viejo revólver. Veo cómo lo inspecciona con detenimiento de cirujano y lo encañona contra su sien. Veo cómo el tiempo deja de existir y un estallido violento se confunde en el silencio traído por la Muerte. Veo cómo el cuerpo impacta con el frío suelo... Veo como el arma queda al lado de una vieja fotografía, triste y descolorida como una hoja recién caída... una fotografía perteneciente a otro tiempo en la que puede contemplarse una familia feliz extinguida al fin por la crueldad del Destino...

Saturday, December 18, 2010

The Washington Times Editorial. "So now it's terrorism?"

First the government said underwear bomber Umar Farouk Abdulmutallab was not a terrorist. Now bureaucrats say he is. Abdulmutallab's shifting status says a lot about the politics of terrorism in the Obama administration.

It's been almost a year since Abdulmutallab attempted to blow up Northwest Airlines Flight 253 with a bomb hidden in his crotch. The administration's initial reaction - as with other major acts of terror such as the Fort Hood massacre - was to minimize the threat. President Obama referred to Abdulmutallab as an "isolated extremist," and Homeland Security Secretary Janet Napolitano said there was "no indication" the attack was "part of anything larger." When Abdulmutallab was initially arraigned in court last December, he was charged with two criminal counts related to putting a bomb on an aircraft. A grand jury indictment in January added four more counts, including attempted use of a weapon of mass destruction and attempted murder, but there was no charge of terrorism.

There was nothing mysterious about Abdulmutallab's means or motives that would have made it difficult to recognize his attack as an act of terrorism. He was very open about his radical Islamic beliefs, and he brought a bomb on board an aircraft with the intention of destroying it. If that's not terrorism, nothing is.

Nevertheless, the Obama administration chose to avoid bringing terror charges - until now. On Wednesday, federal prosecutors added two charges, including conspiracy to commit an act of terrorism transcending national boundaries. Since this charge could as easily have been brought a year earlier, it is reasonable to ask what caused the change.

One important development is the Transportation Security Administration's new crotch-inspection policy, which was a response to Abdulmutallab's attempted attack. The controversial groping has been justified as a necessary bulwark against future terror attacks. It would be difficult for the government to sustain this line of argument if it didn't brand the pioneer of underwear-bombing as a terrorist himself.

Abdulmutallab's ties to foreign terror groups were known soon after the attack - and in some quarters beforehand - especially his links to al Qaeda leader Anwar al-Awlaki. After the original charges were filed against Abdulmutallab, al-Awlaki was deemed threatening enough to be placed on a targeted killing list personally authorized by Mr. Obama. This "contract" is controversial since al-Awlaki is an American citizen, and a lawsuit brought by his father and the American Civil Liberties Union over the order was dismissed by a federal district judge on Dec. 8. Bringing a terrorism charge against Abdulmutallab, whom al-Awlaki described as one of his "students," helps reinforce the case that the al Qaeda leader is too dangerous to be left alive.

A third factor is the Justice Department's poor performance in prosecuting Ahmed Ghailani, who was charged with 285 counts related to al Qaeda's 1998 embassy bombings in Kenya and Tanzania but found guilty on only one count last month. This prosecutorial incompetence has called into question the Obama team's centerpiece policy of bringing terrorists to trial in U.S. courts. The Justice Department needs to demonstrate it can decisively win such a trial, and since Abdulmutallab has officially been promoted to the ranks of the terrorists, he may provide the legitimizing victory the administration needs.

It would have been better if the government had acknowledged from the beginning that Abdulmutallab was a Muslim radical bent on suicide terrorism, and it's likely the administration will still downplay or wholly ignore his jihadist motives, as it has with one of al-Awlaki's other students, Fort Hood shooter Nidal Malik Hasan. At least the Obama administration finally has decided to admit a person who tried to commit an act of mass murder against innocents to make a political point is a terrorist. That's progress, of a sort.

Friday, December 17, 2010

Samuel Adams Quote

“If you love wealth more than liberty, the tranquility of servitude better than the animating contest of freedom, depart from us in peace. We ask not your counsel nor your arms. Crouch down and lick the hand that feeds you. May your chains rest lightly upon you and may posterity forget that you were our countrymen.”—Samuel Adams

Wednesday, December 15, 2010

Coming home.

Blue skies among silky carnations...
It is you, as always was...
It will be you, after lifetimes of hopeful dreams...
One destiny, one wind, same scent...

Roads toward the same steps,
Future born from the present ecstasies...
Life, angel, cure, salvation...

Dancing of Rainbows, holding your breath,
Always sunshine, forever in the air...
It was always you, with scents of forever...
With a golden heart with which being at home...

Monday, December 6, 2010

Battleme-Hey Hey My My (With Lyrics)

Joan Armatrading "This Charming Life" Official Music Video



I wanna be with you all the time
Every day
Every night
You're my deja vu

It's sounds obsessive
But I think it's fine
When you're gone all I do is to think of you

I live and love with you
This charming life

I live and love with you
This charming life

You know you came into the room alone
But when you left
Then I found that you took my heart
It sounds so corny yes I know it does
But truth is the shade that I choose to wear

I live and love with you
This charming life

I live and love with you
This charming life

Every government must pass down a law
That says the sun has to always shine
That everybody gets the chance to say

I live and love with you
This charming life

I live and love with you
This charming life

Every morning when I open my eyes
You're the first thing that I see
Lady luck she really took to me

Because
I live and love with you
This charming life

I live and love with you
This charming life

Sunday, December 5, 2010

Sons of Anarchy with Jennifer O'Connor - The Church and The River




Between the church and the river
My love waits for me to stand and deliver
Every promise that I've ever made
I want to keep them now
And I am not afraid

I won't let you go
Even when you run all the way home
I won't let you go
I won't let you go
Oh no

Between the church and the river
My love gives to me, she makes me a giver
I am so full of this light
It lives in my stomach
And feeds me all through the night

I won't let you go
I know you think you're safer on your own
I won't let you go
I won't let you go
Oh no....

Saturday, December 4, 2010

La sonrisa del tiempo

LA SONRISA DEL TIEMPO.
La noche había desplegado sus brazos, abrigando con un manto brillante las calles por donde tantas veces antes, Gabriel había pasado.
Un viernes de una noche de Noviembre… bañada por una luz tenue y débil, avergonzada por la falta de audiencia en una representación que podía haber sido única…
Había pasado el tiempo… quizás demasiado… ¿quién sabe? El Tiempo es un enigma. Hay quien lo considera un traidor. Gabriel sin embargo, siempre supo que el Tiempo nunca mentía, siempre pertinaz, blandiendo la bandera justa de la verdad…
…sí… habían transcurrido años… muchos… veinte… o más… pensó. La prisa era perezosa… el momento… ese momento… esa secuencia de eternidad… era todo lo que importaba… Gabriel había aprendido a rendir culto al instante, a la camaradería del ahora, a la inquietud del presente…
Con cada paso, con cada brizna de aire… podía recordar cuántas veces había estado allí, en ese mismo lugar… con amigos, familia o solo… los recuerdos eran nítidos como las aguas más cristalinas…
Y ese ahora le seguía susurrando historias que, el desamparo de unas esquinas abandonadas, declaraba culpables, inmerecedoras de cualquier suspiro de nostalgia…
La noche que con su abrigo frío se extendía sin piedad, permanecía neutral en los sentimientos de alguien que había regresado quizás por una última vez…
Cada distancia recorrida, lenta pero implacablemente, por allí donde sus huellas habían quedado perennes durante tantas ocasiones, enviaba un mensaje inequívoco a Gabriel, un claro testimonio, una verdad ineludible… acerca de la vida, de las pasiones, del amor, del silencio y también, cómo no del bendito tiempo…
Noviembre… pensó… Gabriel… un mes precioso… como el otoño… preparado para la belleza de la decadencia, para la entrega del reino a una causa justa y hermosa, fiel y eterno como la caricia de la hoja al recibir la madre tierra…
Noviembre, un minúsculo reducto de una enormidad llamada tiempo, un tiempo para comenzar, para detenerse, para soñar… volar… flotar… sonreír… echar de menos…
Las tiendas descansaban, en el regazo de las sombras tras una jornada más de deseos satisfechos o no, de útiles transacciones o simplemente, redundantes francachelas…
Una de ellas parecía sin embargo no poder conciliar el sueño, deslumbrando con un imponente vestido de noche… “2 x 1, sólo 5 días”…
“No… no tenemos tiempo… el Tiempo nos tiene a nosotros…”, pensó Gabriel.
Sí, había vuelto… ¿para quedarse?... ¿para estar?... “qué más da”…
El suave puñal del frío, le recordó que era un invitado de ese momento… le entregó el regalo de la consciencia…
… “2 x 1, sólo 5 días”…
“…no… ni siquiera esos 5 días… querido amigo…”

Estado de alerta en España. Sueldo y horario de trabajo de los controladores. Fuente ABC

Sueldo y horario de los controladores
Pese al Real Decreto de febrero de este año, los privilegios de los controladores aéreos españoles, en horario y emolumentos económicos, siguen siendo superiores no sólo a los de la media de trabajadores españoles, sino también si se comparan con sus colegas europeos, según un informe de ABC.

Los controladores españoles cobran ahora 200.000 euros al año. Antes del Real Decreto de febrero eran retribuidos con 370.000 euros al año, más del doble de la media de la UE.

No menos privilegiada era su jornada laboral. El convenio colectivo de 1999, prolongado año tras año en sus negociaciones con AENA, recogía un máximo de 1.200 horas de trabajo, es decir: 150 días al año frente a los 220 habituales. Además el convenio les permitía realizar 600 horas extraordinarias al año, por las que percibían unos sueldos desorbitados.

Ese marco privilegiado quedó dinamitado, aunque sólo en parte como veremos, por el decreto de febrero. Las novedades más importantes es que si antes trabajaban 1.750 horas de media (550 más que la jornada básica fijada en 1.200) ahora pasarían a 1.670 y un máximo de 80 horas extras. El sueldo quedaba reducido a unos 200.000 euros al año, es decir, 16.600 euros brutos al mes.

Sin embargo, tal y como analiza ABC, su situación en cuanto a retribuciones sigue siendo privilegiada en relación a sus colegas europeos, siendo además su productividad mucho menor.

Si, como decíamos, el coste salarial anual de cada controlador en España es de 200.000 euros, en Alemania es de 158.125, en Italia 142.057, en Reino Unido 121.795 y en Francia 111.594.

Pero si ese dato lo ponemos en relación a la productividad (horas de vuelo atendidas por hora de trabajo) la situación se torna aún más sangrante. La media europea es de 0,74, y los controladores españoles ni siquiera llegan a esa media, que es del 0,55. Sus colegas alemanes tienen una productividad del 0,91 y los británicos del 0,95, por poner dos ejemplos.