Sunday, May 30, 2021

La verdadera nobleza de Pedro Alfonso de Huesca. (1076)

 Un árabe dijo a su padre: Estoy asombrado, pues he leído que en tiempos pasados, la gente de espíritu y los sabios eran venerados, mientras que ahora, solo los aduladores son honrados. Entonces el padre: No te asombres, hijo mío, si los clérigos tienen veneración por los clérigos, los nobles por los nobles, la gente de espíritu por la gente de espíritu, los aduladores lo tengan por los aduladores. Y el hijo: He notado otra cosa : los clérigos no son honrados por su sabiduría; es porque se han convertido en aduladores y han recibido grandes honores. Entonces el padre le dijo: A eso tiende la estupidez de nuestra época. Entonces el hijo: Dame, padre muy querido, la verdadera definición de la nobleza. Y el padre: Es aquella que recuerda Aristóteles en la carta que escribió al rey Alejandro, quien le había preguntado a quién elegir entre los hombres para hacerlo su consejero, y él le le respondió así en una carta: Toma a alguno que está instruido en las siete artes liberales, que está práctico en las siete pericias, que se haya formado en las siete reglas de conducta: yo pienso que esa es la verdadera nobleza. Entonces el hijo: Esa nobleza no existe en nuestra época: toda la nobleza que veo es la del oro y de la plata, como dice el poeta: Aquellos desprovistos de nobleza se vanaglorian de su tesoro, y la pobreza humilla a la alta nobleza. Un poeta ha escrito sobre las desgracias del siglo que afectan a los nobles, y en las palabras propias de ellos he aquí estos versos: Dile a aquellos que nos menosprecian debido a las desgracias que nos afligen, que este siglo no ha afectado a nadie mas que a los nobles. No ves que el mar lleva en la superficie los desechos y la paja, mientras que las piedras preciosas caen al abismo? Y no ves que hay en el cielo estrellas de las que ignoramos el nombre? Y sin embargo ninguna de entre ellas experimenta un eclipse, con excepción del sol y de la luna? Y el padre agrega: Es a causa de la estupidez de la época que los hombres piensan que uno debe alabar solo las riquezas.