Mentiras Progres: Cinco años de mentiras irakies. La Razon

Cinco años de mentiras iraquíes Cambiar el tamaño del texto
El primer lustro sin la dictadura de Sadam se conmemora con Irak en pleno proceso de reconstrucción ? Los argumentos contra la operación permanecen en la opinión pública

La opinión pública ha soportado cinco años de verdades a medias para justificar una retirada con tintes electoralistas.
Mauricio Sánchez Rubio
madrid- Los cinco años que han transcurrido desde la última gran guerra internacional han dado para mucho en política, máxime cuando la contienda, la invasión de Irak de 2003, ha sido argumento de la batalla interna de varios países que decidieron descabezar el régimen despótico de Sadam Husein. Pero la realidad oficial no siempre está soportada en datos reales. Muchos de los argumentos en contra de la operación son hoy explotados por motivos ajenos a lo que realmente ocurrió. Éstas son algunas de las mentiras que permanecen cinco años después:

No se fue a la guerra
Sólo cinco países, EE UU (150.000 hombres), Reino Unido (45.000), Australia (2.000), Rumanía (278) y Polonia (200), aportaron tropas de combate durante las dos semanas que duraron los combates principales hasta la caída de Bagdad.

Legalidad
La resolución del Consejo de Seguridad de la ONU 678/1991 autorizó a «usar todos los medios» para obligar a Irak a cesar la ocupación de Kuwait. La 686/1991 proclama el alto el fuego, una vez liberado el emirato, pero lo supedita a que Irak lo acate, lo que en términos de legalidad internacional hace que en 2002 Irak, tras negarse a que se compruebe su arsenal de armas, rompa el cese el fuego de 1991 y se coloque en posición de volver a ser atacado. En total, y por el bien de la legalidad internacional, Naciones Unidas aprobó 64 resoluciones contra el régimen de Bagdad.

Destrucción masiva
Hoy es conocido que en la última etapa de la dictadura de Sadam, no había armas de destrucción masiva. Pero en 2002 no había ni una sola voz, incluida del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) del «nobelizado» Mohamed El Baradei, que dijera lo contrario. Es más, Sadam las usó contra los kurdos en 1988.
Operación de paz
Cuando el primer contingente español finaliza su trabajo en el puerto sureño de Um Qasar, España envió un grupo de soldados bajo el paragüas de varias resoluciones de la ONU con la misión de asegurar y estabilizar el país, no para entrar en combate. También se aprueba participar en las tareas de la reconstrucción de las instituciones económicas, financieras y de infraestructuras.

Retirada falseada
Cundo en mayo de 2004, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ordena la retirada de la Brigada Plus Ultra, no lo estaba haciendo de una guerra, en términos de legalidad internacional, sino que lo hacía de una misión de estabilización de Irak aprobada por al menos cuatro resoluciones del Consejo de Seguridad, incluida la 1483/2003 que pide a los estados miembros «que ayuden al pueblo de Irak en la labor de reformar sus instituciones y reconstruir el país y contribuyan a que existan condiciones de estabilidad y seguirdad».

Reconstrucción
Durante un año, España participó en la reconstrucción de las instituciones iraquíes con la participación de expertos que ayudaron a la reorganización de la administración, del sistema judicial y en la elaboración de planes de regadíos, entre otros muchos proyectos. Hoy esa etapa ha sido acallada. Zapatero prometió en campaña que sacaría a las tropas si no se apobaba una nueva resolución antes de que acabara el mes de junio de 2004. Esa resolución se aprobó pero el contingente español ya no estaba en Irak.

Humillación militar
Las reglas de enfrentamiento de la Brigada Plus Ultra impidieron que los españoles participaran en acciones ofensivas que solicitaron los norteamericanos en varias ocasiones. Aun así, desarrollaron una gran labor en la prestación de la ayuda humanitaria a los que de verdad lo necesitaban, los iraquíes y después tuvieron que soportar la humillación de salir del teatro de operaciones de forma atropellada.