Cómplices comunas

Lloran los ángeles, y también los mendigos... lloran las mismas lágrimas, los vientos y las brisas... las hadas y las praderas... los cielos... vestigios perennes de una eternidad que no se resigna a la dictadura de una mediocridad que corroe hasta el más puro de los ensueños.
Ése es el escenario... ésa es la calamidad... ésa es la mayor de las inmundicias... la tragedia disfrazada de progresía, -es la progresía la más grande de las tragedias- ... el sometimiento a lasmiserias... la confiscación de unos espíritus que traicionaron la confianza otorgada...
Lloran los que todo lo dieron... y se preguntan: ¿Para qué? ¿Para qué? Una pregunta que retumba en los ecos del Universo todo...
Lloran el Tiempo y la fragancia de los valores... la honrada mirada de los Principios... Lloran los Héroes y valientes... los puros y decentes... los solitarios y exiliados... los viajeros hacia las Ítacas y los anónimos Dioses...
Más allá de una cotidaneidad adocenada y corrosiva por huera y envilecida... allí estás... solo... alejado de las comunas... ¡Por siempre! ¡Para siempre! Es el abrigo del individualismo, la quimera de la unidad, el santuario de la decencia, la pasión por el tesoro de la Justicia y la Dignidad, la recompensa de la no contaminación de tanta infame indiferencia y vulgaridad.
No es el precio que hay que pagar, sino la extraordinaria satisfacción de quien bebe de aguas puras y cristalinas... de quien toma el sufrimiento como salvación y la Verdad como bandera...
¡Comunas!
Llora la sangre tantas veces derramada de Santos Inocentes... tantas veces...
Comunas, cómplices de la barbarie... del terror... del alimento a los villanos con vuestro propio haliento que nunca sudor... complices por acción y omisión... cómplices... cómplices...

Lloran hasta los amaneceres... tan cansados... tan abatidos... tan desolados...