Thursday, May 20, 2010

Continúa el despilfarro y la bancarrota ZP. España malvasta 74 millones de Euros en la Expo de Shangai. Maria Claver


"Ésa era la idea, estar entre los diez mejores proyectos de Expo Shanghai", aseguran fuentes no oficiales de la Sociedad Estatal de Exposiciones Internacionales (SEEI). Aunque todavía resta por concretar la cifra invertida en China por algunas comunidades autónomas, ya se ha confirmado que el objetivo oficial no sólo se ha cumplido, sino que se ha superado.
Según ha podido saber elEconomistael gasto total del proyecto de España se encuentra entre los cinco más caros de toda la Expo (que cuenta con la presencia de 190 países y 50 organizaciones internacionales). Así, el conjunto del Estado, en plena tormenta bursátil y política desencadenada por el plan de ajuste, deberá hacer frente a un presupuesto que ronda los 74 millones de euros.
Y es que a las actividades de la Administración central se suman actuaciones municipales y autonómicas. De esa manera, a los 56,2 millones que, a través de la SEEI, ha destinado el Ejecutivo para este importante evento, habría que sumarles cerca de 18 millones de euros más procedentes de las arcas municipales y autonómicas presentes también en Shanghai.

Un proyecto muy caro

Para hacerse una idea de la envergadura económica de la presencia española se puede acudir a algunos ejemplos: Estados Unidos destinará un total de 45 millones de euros a su presencia en China. No obstante, la legislación estadounidense prohíbe expresamente que el Gobierno destine dinero a exposiciones internacionales y, por tanto, los fondos han partido de la iniciativa privada.
Otro ejemplo es Alemania. El Gobierno germano ha destinado un total de 24 millones para la construcción de su pabellón y el resto de gastos apenas alcanzan los 20 millones de euros.
En realidad, sólo tres países se encuentran claramente por delante de España: por un lado, el país organizador, China; y, por otro, Japón y Arabia Saudí. De hecho, sólo Francia compite con España por la cuarta posición con un presupuesto muy similar. Y es que la partida destinada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero a la promoción española es comparable al coste de construcción de todos los pabellones iberoamericanos juntos (Argentina, Brasil, Colombia, Perú, Cuba, México, Chile y Venezuela, más otros dos pabellones que agrupan al resto de países de la zona).

Las cifras

Desde la SEEI, el presidente de su Consejo de Administración, José Eugenio Salarich, ha asegurado a elEconomista que "las decisiones de gasto se tomaron antes de la crisis. Se pensó este proyecto como un escaparate, como una forma de mostrar al mundo lo mejor que tiene España. Tenemos que considerarlo una inversión".
Una inversión cuyo coste suma decenas de millones en múltiples partidas y cuyo impacto presupuestario se deja sentir en los años correspondientes a la fase aguda de la crisis. Así, sólo la contratación de la obra del pabellón español suma más de 20 millones de euros; la gestión de su construcción alcanza los 600.000 euros; el suministro de equipos de iluminación, sonido, traducción simultánea, intercomunicación, máquina y proyecciones añade otros 570.000 euros; o el montaje y desmontaje de los contenidos expositivos costará a las arcas públicas 15 millones de euros más.
Suma y sigue. La contratación de un espectáculo para el pabellón, con 750.000 euros de coste, o la preparación de un proyecto gastronómico, con otros 875.000 euros, siguen sumando ceros al escaparate chino. En total, todo lo referente al pabellón español (uno de los más grandes, con una superficie total superior a los 7.000 metros cuadrados) alcanza los 56,2 millones de euros.

El baile de las autonomías

Pero, además del dinero destinado al pabellón nacional y las actividades previstas por el Gobierno central, la presencia española en China se completa con la aportación de las comunidades autónomas (salvo Murcia y Baleares) y de tres ayuntamientos con presencia propia en la Expo (Madrid, Barcelona y Bilbao).
La SEEI ha programado, a lo largo de los seis meses de duración de la Exposición Universal, cuya inauguración tuvo lugar el pasado 1 de mayo, una semana especialmente dedicada a cada autonomía. Así, la ronda autonómica se iniciará con la semana de Galicia, seguida por Cataluña, y concluirá, en el mes de octubre, con la semana de Extremadura. Durante los días correspondientes a cada una de las autonomías presentes en Shanghai, el pabellón de España reservará un espacio concreto para las actividades específicamente regionales. Un gasto añadido al presupuesto central y que, en esta ocasión, saldrá de las arcas autonómicas.
En este capítulo, hay partidas para todos los gustos. Desde gobiernos como Navarra o La Rioja, que prevén un gasto no superior a los 100.000 euros; pasando por otras comunidades como el País Vasco, Galicia o Valencia, cuyos presupuestos alcanzan los 300.000, 400.000 y 580.000 euros, respectivamente; o Cataluña, cuyas previsiones de gasto alcanzan los 600.000 euros durante su semana en Expo Shanghai.
En total, esta parte suma al cómputo global en torno a 4 millones de euros. Por tanto, sólo la presencia del Estado y las autonomías en el pabellón español aportan una cifra total de gasto superior a los 60 millones de euros.

Presencia local

Pero, además, cinco ciudades españoles iban a tener presencia propia en China tras ser elegidas por un comité de selección internacional: Santiago, Zaragoza, Madrid, Barcelona y Bilbao. Las dos primeras decidieron, por estrictas razones de austeridad presupuestaria, no viajar a Shanghai.
Si bien es verdad que Zaragoza llegó incluso a realizar un proyecto de pabellón que finalmente decidió no construir y para el que, sin embargo, destinó 250.000 euros del presupuesto municipal. Las tres restantes sí están representadas en la Expo en la llamada Área de Mejores Prácticas Urbanas.
Barcelona y Bilbao no disponen de un pabellón propio, cada una de estas ciudades cuenta con un stand dentro del pabellón de Ciudades Habitables. No obstante, el hecho de tener un espacio permanente durante los seis meses de la Expo ha obligado a los responsables municipales a articular amplios programas de actos y celebraciones. Para este fin, Bilbao destinará 3 millones de euros (de los que 400.000 euros han sido cedidos por el Gobierno vasco y 100.000 euros por la Diputación). Por su parte, Barcelona cuenta con un presupuesto de 4,2 millones de euros, de los que la Generalitat aportará 1,5 millones para el mantenimiento del stand barcelonés.

Madrid, reina de la fiesta

Pero la ciudad con mayor presencia en Expo Shanghai es, sin duda alguna, Madrid. La capital ha decidido invertir 9 millones de euros con el fin de asegurarse la mayor visibilidad durante el semestre chino. El ayuntamiento madrileño, a través de la Fundación Madrid, Ciudad Global 2010 encargó la construcción de dos edificios, la Casa de Bambú y el Árbol del Aire, que se incluyen en un recinto llamado Urbanización sostenible.
Los responsables municipales del proyecto aseguran que, de los 9 millones invertidos, el ayuntamiento ha recuperado, a través de la colaboración privada, 3 millones de euros. Aún así, el coste para Madrid es el más elevado de todas las autonomías y ciudades españolas participantes, sólo por detrás de los 56,2 millones dispuestos por el Gobierno central.
Fuentes no oficiales del consistorio madrileño aseguran que la decisión de contar con un pabellón propio se englobaba en el proyecto olímpico, Madrid 2016. El fracaso de la candidatura madrileña desinfló las aspiraciones de Madrid que, no obstante, había asegurado ya su presencia e iniciado la construcción del proyecto chino. Así, las tres ciudades presentes en la Expo de Shanghai suman, a la cuantiosa inversión española, otros 13,2 millones de euros (descontando los 3 millones recuperados por Madrid a través de colaboraciones privadas).
En total, sólo los fondos públicos que España dedicará a estar presente en un mercado considerado como "estratégico" son alrededor de 74 millones de euros. Un esfuerzo condicionado por una estructura estatal que acaba siempre por disparar cualquier previsión de gasto.

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