Thursday, May 21, 2009

De España

¿Qué hay en España? ¿Qué significan esas tierras para mí? ¿Qué sentimientos albergo hacia ese país? ¿Soy español? ¿Qué soy? o mejor, ¿qué o quién quiero ser?

 Nací en un específico pedazo de tierra perteneciente a un país llamado España. Eso me hace ser llamado español. A efectos administrativos soy español. Pero, ¿cuál es mi identidad? O dicho de otro modo, ¿Cuáles son los aspectos con los que me identifico? 

 No me importan las fronteras, ni las banderas, ni las razas o religiones. Me fascinan las personas, y especialmente los espíritus y las almas. Porque, ¿qué es un ser humano sin espíritu? ¿Qué es un individuo sin alma? 

    De momento, considero esencial afirmar la necesidad  de la búsqueda de una identidad... una identidad que nos define tanto en lo relacionado a lo que somos como a lo que queremos ser. Entonces la pregunta sería: ¿Con qué te identificas? ¿Con quién te identificas? 

     Es aquí cuando entran en juego los principios morales, los valores, esas piezas de eternidad que modelan nuestros comportamientos para ser aquello que consideramos debemos ser.

    Pero, ¿qué son los principios? ¿ Qué son los valores? Y, ¿se puede ser moderado o radical en el cumplimiento de los principios?  Considero la Justicia como un Principio Universal. ¿Puede ser una persona moderadamente justa o radicalmente  justa? En mi opinión esto no es posible. O se es justo, o se es injusto. Lo mismo ocurre con La Verdad, el Honor, la Generosidad, la Bondad, la Compasión, la Honestidad...
   Dicho esto, diré que me identifico no con personas, sino con los principios de las personas. Para mí, las personas importan poco, sino los principios que éstas albergan. Una persona sin principios, es una cáscara, una masa inerte que se deja llevar por los apetitos vulgares del sustento y del ocio.

   Por esta razón, mi identificación con España, tiene que ver con los principios de los habitantes de España. Principios que les han llevado a elegir a sus representantes. ¿Y quienes son los representantes de los españoles? Aquéllos que por su libre elección los representan Podemos decir que son dos personas y grupos: Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.  PSOE y PP mayoritariamente. 

  En las pasadas elecciones 11. 3  medio de personas eligieron como sus representantes al PSOEy  y 10.2 millones al PP. Por lo tanto, 22.5 millones de personas se identificaron con estos dos partidos y líderes.  Y, ¿quién son estas personas? ¿quién son estos líderes?

  La respuesta es desoladora. Jamás en la Historia de España, ha habido un presidente del Gobierno más sectario, -por su intransigencia y fanatismo, más mentiroso, -por la continua sucesión de mentiras a la ciudadanía, más radical, -abrazando cualquier tipo de alianzas con grupos radicales para perpetuarse en el poder-, más incompetente, -llevando a la bancarrota a la nación entera-...

 A ello se une el otro protagonista: Rajoy. Presuntamente el líder de la Oposición. Presuntamente quien tiene que defender a media España que depositó su confianza en él. Supuestamente alguien competente y fiel a unos principios defendidos antes de las elecciones. Supuestamente... porque la realidad nos ha devuelto a un personaje siniestro donde los haya, incompetente donde los haya, timorato y cobarde, vago y traidor.

   Así están las cosas. ¿Qué queda en el horizonte? ¿Hay alguien ahí? ¿Dónde están los principios?  200 personas fallecieron en el mayor atentando terrorista de la Historia de este país. A día de hoy desconocemos los autores intelectuales. Muchos de los materiales han sido exculpados.  El sumario y todo el procedimiento está lleno de irregularidades.  Y ante esto, ¿qué hacen nuestros gobernantes? Pasar página... una página escrita con la sangre de 200 inocentes y más de 15oo personas heridas y mutiladas. ¿Puede haber Libertad sin Justicia? Alguien ideó la masacre, y está libre. Alguien logró cambiar a todo un Gobierno y está libre. Y no pasa nada.

  Los ciudadanos elegimos a nuestros representantes a los que pagamos con nuestro trabajo y sudor. Ellos deben rendir cuentas de esa función que desempeñan. El presidente del Gobierno, miente, oculta datos, tergiversa, está arruinando a la nación con políticas aberrantes y sectarias y no pasa nada por la complacencia de una sociedad aborrregada, complaciente en el cieno y la falta de principios. Una sociedad ocupada de llenar los estómagos y poco más. Esta sociedad consiente que su presidente mienta un vez y otra también. Consiente en los manejos con los poderes judiciales para amoldar la ley a "su jugada". Esta sociedad es cómplice de ignominia. Cómplice de la aberración en conductas ilegales e indignas.

     Y es tan responsable aqué que hace como el que deja hacer. Es por esto que la figura del líder de la oposición se convierte en corresponsable por omisión, por llevar a cabo una política de traición en la defensa de unos postulados para los que fue elegido.

   Puedo decir y asegurar, que yo no sigo partidos políticos, ni personas sino principios. 

   Unos principios que parecen ya no existir. Se dice que la sociedad tiene los políticos que merece. Y estoy totalmente de acuerdo. Son unos políticos a su medida. Lástima que tantas personas dieran incluso sus vidas para salvaguardar esos principios.  

     Ésta es España. Con la que no me identifico. Me quedo con mi gente, mi familia. Me quedo con un mundo sin banderas. Con un universo todo en el que todos somos uno. Todos! Ajeno a la primitiva e ignorante aspiración de reivindicar lo diferente. Todos somo uno! 

     Una España súbdita de separatistas y independentistas. Súbdita de cobardías y viles barrigas andantes.   Una España merecedora de lo que tiene, y de lo que, tristemente va a seguir teniendo durante mucho tiempo.

   

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